AFP (Agencia France-Presse)
Beirut, Líbano. - Al golpear por primera vez en Túnez y Yemen, el grupo Estado Islámico (EI) quiere demostrar su capacidad de expansión y hacer olvidar sus reveses en Siria e Irak, donde proclamó un "califato", según los expertos.
"La expansión está en el centro de la estrategia del EI" recuerda J. M. Berger, coautor del libro "ISIS, the State of Terror".
Por esa razón, tras haber proclamado un "califato", "se ha aventurado en Egipto, en Argelia, en Nigeria, en Libia y hoy en Túnez y Yemen, en el marco de su esfuerzo por extender su influencia".
Los recientes atentados cometidos en Túnez (21 muertos en el museo del Bardo de la capital) y Yemen (142 muertos en ataques a mezquitas chiitas en Saná) permiten al EI cuidar su imagen de grupo omnipresente, indica el experto.
"Crear esta sensación de fuerza forma parte de los principales objetivos del EI en términos de reclutamiento y de propaganda", según Berger.
"Estos atentados son a la vez una demostración de fuerza y un mensaje a la comunidad internacional: el EI se ha convertido ahora en un actor global", coincide Mathieu Guidère, profesor de islamología de la universidad de Toulouse, en el sur de Francia.
El grupo quiere dejar el mensaje de que es "capaz de golpear en cualquier lugar y en cualquier momento, ya que tiene partidarios en todas partes dispuestos a morir para realizar sus objetivos", añade.
Sin embargo para los expertos esta imagen de invencibilidad, ganada en las ofensivas de Irak y Siria, y sustentada en sus videos de atrocidades, empieza a fragilizarse.
En Irak, los yihadistas han sido expulsados estos últimos meses de varias regiones en el norte y están a punto de perder Tikrit, uno de sus bastiones ahora atacado por las fuerzas armadas iraquíes.
En Siria, el EI ha sufrido un duro revés frente a los kurdos, apoyados por los bombardeos aéreos de la coalición antiyihadista, en la emblemática localidad de Kobané. También el EI ve cómo los kurdos avanzan por primera vez en su principal feudo, la provincia siria de Raqa.
En estas batallas el EI ha perdido a miles de combatientes pero también pozos de petróleo y de gas, que son blanco de los bombardeos aéreos y eran una importante fuente de financiación para el grupo yihadista.
- Un efecto de compensación -
Por estas razones, los expertos creen que los recientes ataques son un medio para el EI de desviar la atención del contexto menos favorable en el "califato".
"Hay desde luego una lógica de compensación ante los reveses sufridos en Siria e Irak" afirma Thomas Pierret, especialista del islam contemporáneo.
Y "si hay expansión, es más bien de las actividades terroristas del EI que del califato", añade este profesor de la universidad de Edimburgo.
Además, al cometer espectaculares atentados en Túnez y Yemen, el EI busca "compensar" el hecho de que en estos dos países "no dispone de una verdadera implantación territorial", añade.
Los expertos destacan no obstante que es difícil determinar el nivel de coordinación entre los autores de estos atentados y el comando central del EI.
Las informaciones disponibles demuestran que "los asaltantes en Tunez fueron entrenados en Libia. Otros ataques pueden perfectamente ser planificados localmente", explica Berger.
Lo que es cierto, según él, es que el EI quiere "absolutamente copar cada semana las primeras planas, y demostrar señales de expansión en otros lugares" distintos de Irak y Siria.