El Liceu presenta una ópera del siglo XVIII con estética manga

El Periodico de Catalunya, Barcelona, España

• La obra, compuesta por el valenciano Martín y Soler, abre mañana la temporada. • Francisco Negrín se ha inspirado en el cómic japonés para vestir a los cantantes. L’arbore di Diana (El árbol de Diana), una ópera bufa y hasta con un punto picante del compositor valenciano Vicent Martín y Soler y del libretista Lorenzo da Ponte, inaugurará mañana la temporada operística del Liceu.

El Liceu presenta una ópera del siglo XVIII con estética manga
Inexplicablemente, aunque la obra fue uno de los mayores hits de la Viena del siglo XVIII y se tradujo al alemán y al ruso, no se ha representado nunca antes en versión escenificada en el coliseo de la Rambla.
La ópera muestra el enfrentamiento entre la diosa Diana, defensora acérrima de la castidad, y el dios Amor, partidario del Carpe Diem. La acción transcurre en el jardín de Diana donde un manzano sirve a la diosa para controlar a sus ninfas. Si cuando pasan por debajo el árbol, este resplandece y canta, quiere decir que le son fieles. Pero si por el contrario se han entregado al amor, el árbol las fulmina con una lluvia de manzanas.

«EXTREMADAMENTE SEXY»/ En el cartel, con un excelente elenco, destacan los dos protagonistas, Michael Maniaci (que interpreta a Amor) y Laura Aikin, en el papel de Diana, rol al que, según explicó ayer, se enfrenta ahora por primera vez. «Se trata de un personaje que me gusta mucho, a pesar de que su primera aria es de las más difíciles. Pero me atrae porque es extremadamente sexy y, a la vez, muy masculino y militar», añadió la soprano norteamericana. «Además, resulta muy refrescante abordar un personaje que dice tantas verdades sobre esos impulsos que no podemos frenar y que nos hacen humanos», subrayó. Pero, ¿cree que hoy en día se puede defender la castidad? «No, aunque estoy de acuerdo de que debe haber un límite moral y que la idea me parece muy honorable, creo que la castidad completa no es sana, no se es compatible con una vida saludable», contestó.
Francisco Negrín, el director de escena, aclaró que si bien se trata de una obra del barroco, la estética «es moderna». De hecho, «el vestuario está inspirado en los dibujos animados japoneses porque si en su época el objetivo era conectar con el público, lo justo es seguir intentándolo hoy en día».
Por su parte, el director musical, Harry Bicket, alabó la capacidad de Martín y Soler a la hora de «escribir melodías pegadizas. Mozart intentó también hacer música sencilla, pero no le salió porque era más profundo, más intelectual, más filosófico», valoró. Bicket y Negrín ya trabajaron juntos en otra obra de Martín y Soler, titulada Una cosa rara, y ambos coincidieron en hablar de la «buena química» que hay entre ellos.
L’arbore di Diana fue la tercera ópera que compuso Martín y Soler para la compañía oficial del Imperio Austrohúngaro, después de Il burbero di buon cuore (1786), que tuvo buena acogida, y Una cosa rara, estrenada a finales de ese mismo año, y que acabó consagrándole como el autor más popular de Europa.


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