El PKK reanuda su violenta campaña de atentados tras el golpe en Turquía
AFP (Agencia France-Presse)
Ankara, Turquía. - Las semanas de relativa calma tras la intentona golpista en Turquía llegaron a su fin este jueves con una campaña de atentados de la guerrilla kurda del PKK, que por primera vez alcanzó regiones donde la población no es mayoritariamente kurda.
El Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) ha retomado los ataques y lo ha hecho a lo grande. Varios ataques atribuidos a los rebeldes han matado en pocas horas a al menos 14 personas y herido a unas 300 en el este del país.
"Es evidente que el PKK quiere aprovecharse del ambiente actual en Turquía. A toda organización terrorista le gusta aprovechar las crisis", indicó a la AFP una fuente cercana al gobierno, en referencia al golpe.
Además, los rebeldes kurdos han llevado su lucha armada más allá de su área de acción, hasta las provincias no kurdas como Elazig, donde al menos cinco personas murieron, entre ellas tres policías, en un atentado con coche bomba contra el cuartel general de la policía.
Más de 200 personas resultaron heridas, 14 de gravedad.
Elazig, bastión nacionalista del este de Turquía de población no kurda, hasta ahora no se había visto afectada por el conflicto entre el Estado turco y los rebeldes kurdos.
El ataque, rápidamente atribuido al PKK por el ministro de Defensa, Fikri Isik, provocó daños considerables en el edificio de cuatro pisos y en los inmuebles vecinos, donde se encuentran las viviendas reservadas a las familias de los policías, según las cadenas de televisión.
Varias personas, que entraron en el edificio justo después de la explosión, escuchada a kilómetros a la redonda, gritaban frenéticamente "¡¿Hay alguien aquí?!", mientras buscaban supervivientes, según las espectaculares imágenes difundidas por CNN-Türk.
La explosión creó un cráter de varios metros de diámetro.
Horas después, cinco soldados turcos y un integrante de una milicia kurda pro-Ankara murieron en un ataque contra un convoy militar en Bitlis, en el sureste de Turquía, que también dejó siete militares heridos, informó la agencia Anadolu.
"Hasta ahora no habíamos tenido un ataque así en la ciudad, ni recibido informaciones sobre un eventual ataque", indicó a CNN Türk Omer Serdar, diputado de esta provincia del partido islamoconservador en el poder AKP (Partido de la Justicia y el Desarrollo), visiblemente sorprendido.
En la noche del miércoles, tres personas, dos civiles y un policía, murieron y 73 resultaron heridos en Van, otra localidad al este de Turquía, en otro atentado con coche bomba cometido por el PKK, declaró el gobernador local, Ibrahum Tasyapan.
En torno a una tonelada de explosivos habría sido utilizada, según la agencia de prensa Dogan.
Van es una de las grandes ciudades de población mixta kurda y turca, además de ser un destino turístico popular. Ubicado cerca de Irán, alberga vestigios de civilizaciones antiguas, incluida la armenia.
Hasta ahora, había esquivado relativamente la violencia que desde el levantamiento del PKK contra el Estado turco en 1984 ha costado la vida a 40.000 personas.
El pasado lunes, ocho personas -cinco policías y tres civiles-, entre ellos un niño de cinco años, murieron en otro atentado con coche bomba contra un puesto de policía de Van.
Las fuerzas de seguridad sufren ataques de forma casi cotidiana por parte del PKK desde el fin del cese el fuego en verano de 2015. Cientos de policías y militares han muerto.
Según Human Rights Watch, más de 7.000 combatientes kurdos y más de 300 civiles han muerto en el último año, mientras que unas 355.000 personas se han visto obligadas a huir por la reanudación del conflicto.
En la purga posterior a la intentona golpista lanzada por las autoridades turcas contra simpatizantes del predicador Fethullah Gülen, acusado de ser el cerebro del golpe, miles de policías y soldados han sido despedidos o detenidos, haciendo temer un debilitamiento de los medios del Estado para combatir al PKK.
Pero el ministro de Defensa aseguró a la agencia progubernamental Anadolu que "desde el 15 de julio la República de Turquía es aún más fuerte" y que tarde o temprano lograría erradicar al PKK.
"Es evidente que el PKK quiere aprovecharse del ambiente actual en Turquía. A toda organización terrorista le gusta aprovechar las crisis", indicó a la AFP una fuente cercana al gobierno, en referencia al golpe.
Además, los rebeldes kurdos han llevado su lucha armada más allá de su área de acción, hasta las provincias no kurdas como Elazig, donde al menos cinco personas murieron, entre ellas tres policías, en un atentado con coche bomba contra el cuartel general de la policía.
Más de 200 personas resultaron heridas, 14 de gravedad.
Elazig, bastión nacionalista del este de Turquía de población no kurda, hasta ahora no se había visto afectada por el conflicto entre el Estado turco y los rebeldes kurdos.
El ataque, rápidamente atribuido al PKK por el ministro de Defensa, Fikri Isik, provocó daños considerables en el edificio de cuatro pisos y en los inmuebles vecinos, donde se encuentran las viviendas reservadas a las familias de los policías, según las cadenas de televisión.
Varias personas, que entraron en el edificio justo después de la explosión, escuchada a kilómetros a la redonda, gritaban frenéticamente "¡¿Hay alguien aquí?!", mientras buscaban supervivientes, según las espectaculares imágenes difundidas por CNN-Türk.
La explosión creó un cráter de varios metros de diámetro.
Horas después, cinco soldados turcos y un integrante de una milicia kurda pro-Ankara murieron en un ataque contra un convoy militar en Bitlis, en el sureste de Turquía, que también dejó siete militares heridos, informó la agencia Anadolu.
- Nunca antes así -
"Hasta ahora no habíamos tenido un ataque así en la ciudad, ni recibido informaciones sobre un eventual ataque", indicó a CNN Türk Omer Serdar, diputado de esta provincia del partido islamoconservador en el poder AKP (Partido de la Justicia y el Desarrollo), visiblemente sorprendido.
En la noche del miércoles, tres personas, dos civiles y un policía, murieron y 73 resultaron heridos en Van, otra localidad al este de Turquía, en otro atentado con coche bomba cometido por el PKK, declaró el gobernador local, Ibrahum Tasyapan.
En torno a una tonelada de explosivos habría sido utilizada, según la agencia de prensa Dogan.
Van es una de las grandes ciudades de población mixta kurda y turca, además de ser un destino turístico popular. Ubicado cerca de Irán, alberga vestigios de civilizaciones antiguas, incluida la armenia.
Hasta ahora, había esquivado relativamente la violencia que desde el levantamiento del PKK contra el Estado turco en 1984 ha costado la vida a 40.000 personas.
El pasado lunes, ocho personas -cinco policías y tres civiles-, entre ellos un niño de cinco años, murieron en otro atentado con coche bomba contra un puesto de policía de Van.
Las fuerzas de seguridad sufren ataques de forma casi cotidiana por parte del PKK desde el fin del cese el fuego en verano de 2015. Cientos de policías y militares han muerto.
Según Human Rights Watch, más de 7.000 combatientes kurdos y más de 300 civiles han muerto en el último año, mientras que unas 355.000 personas se han visto obligadas a huir por la reanudación del conflicto.
En la purga posterior a la intentona golpista lanzada por las autoridades turcas contra simpatizantes del predicador Fethullah Gülen, acusado de ser el cerebro del golpe, miles de policías y soldados han sido despedidos o detenidos, haciendo temer un debilitamiento de los medios del Estado para combatir al PKK.
Pero el ministro de Defensa aseguró a la agencia progubernamental Anadolu que "desde el 15 de julio la República de Turquía es aún más fuerte" y que tarde o temprano lograría erradicar al PKK.