El control de zonas rebeldes, en el centro de la guerra entre yihadistas e insurgentes

BEIRUT. - Los rebeldes sirios intentan expulsar a los yihadistas para recuperar el control de territorios, pero también, según los expertos, para ganarse la simpatía de los occidentales que suspendieron su ayuda a causa de la importancia de esos grupos en la lucha contra el régimen de Bashar al Asad.

Tres coaliciones rebeldes se enfrentan desde el viernes al Estado Islámico en Irak y el Levante (EIIL), un grupo originario de Irak y aliado hasta hace poco de los insurgentes que luchan contra las fuerzas del presidente Bashar al Asad.

"Esta 'unión sagrada' contra el EIIL ha sido posible por una convergencia de factores internos y externos", señala Romain Caillet, especialista en salafismo contemporáneo.

"Los factores internos son esencialmente la degradación de las relaciones entre el EIIL y el conjunto de las demás brigadas de la oposición armada, que no aceptan su deseo de hegemonía en el conjunto de los territorios liberados", considera.

A esto se unen las múltiples exacciones atribuidas a esta organización, que en los últimos días tomó el control de zonas urbanas en Irak, según este investigador del Instituto Francés de Oriente Medio.

"La muerte por tortura de un comandante del Frente Islámico en una prisión del EIIL impactó profundamente a la opinión pública en la región de Alepo, lo que permitió legitimar esta amplia ofensiva contra el EIIL", explica Caillet, en referencia al "asesinato" la semana pasada a manos del EIIL de un médico rebelde muy popular.

Varios asesinatos similares y secuestros atribuidos al EIIL desde el pasado verano llevaron a batallones insurgentes a declarar una guerra abierta a este grupo extremista.

Para otro especialista en el islam en Siria, Thomas Pierret, "el comportamiento del EIIL se estaba haciendo insoportable para la mayoría de los grupos armados [...] especialmente los intentos de tomar el control de zonas fronterizas, cortando así las redes logísticas de los rebeldes".

Según este profesor de la Universidad de Edimburgo, "muchos grupos querían actuar desde hacía tiempo, pero estaban bloqueados por las reticencias de Ahrar al Sham, que cooperaba estrechamente con el EIIL", en el norte de Siria.

Ahrar al Sham, componente clave del Frente Islámico -una poderosa coalición rebelde- "probablemente dio luz verde tras un ataque del EIIL contra una de sus bases cerca de Alepo y la ejecución del médico".

"Los diferentes grupos se desinhibieron tras las condenas que hicieron numerosos ulemas al comportamiento del EIIL, entre ellos figuras partidarias de la ideología yihadista", considera.

El EIIL fue creado en enero de 2012 por iniciativa del iraquí Abu Bakr al Bagdadi, jefe de Al Qaida en Irak.

Buena imagen de cara a Occidente

La guerra contra el EIIL ha recibido el visto bueno de la oposición siria en el exilio, que acusa al grupo de haber "robado", con sus abusos, la revolución contra Al Asad. El grupo yihadista denuncia por su parte una "campaña mediática" para "demonizarlo".

Caillet señala también factores externos.

"La oposición quiere dar una buena imagen a los gobiernos occidentales" desmarcándose de los yihadistas, explica.

Estados Unidos y Reino Unido anunciaron el pasado 11 de diciembre la suspensión de su ayuda militar no letal a la rebelión, ante el temor de un ascenso de los radicales en el conflicto.

"Ciertos grupos rebeldes pueden haber actuado así con la esperanza de convencer a Estados Unidos de que les ayude, pero dudo mucho que esto funcione teniendo en cuenta la estrategia estadounidense de disminuir su presencia" en la región.

Otro experto próximo al régimen de Damasco considera que estos enfrentamientos se explican por la proximidad de la conferencia de paz prevista en Ginebra, que comienza el 22 de enero, pues estas organizaciones islamistas resultarían así presentables a ojos de los occidentales.

"Esta batalla tiene como objetivo justificar el envío de invitaciones para Ginebra 2 a grupos islamistas, financiados por los países del Golfo, que den la impresión que combaten el terrorismo según lo concibe occidente", considera Basam Abu Abdalá, director del centro de Damasco de Estudios Estratégicos.



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