AFP (Agencia France-Presse)
TRÍPOLI. - Las autoridades libanesas decidieron este lunes poner a la ciudad de Trípoli bajo control del ejército durante seis meses, para calmar los brotes de violencia entre sunitas y alauitas que provocaron once muertos en tres días.
Esta decisión fue tomada en el marco de una reunión entre el jefe del Estado, Michel Sleimane, el comandante en jefe del ejército, general Jean Kahwaji, y el primer ministro Najib Mikati.
"Se decidió encargar al ejército que, durante un periodo de seis meses, tome todas las medidas necesarias para reestablecer la seguridad" en Trípoli, explicó Mikati en un comunicado.
El ejército también tendrá a su cargo ejecutar las órdenes de detención que pidió, o pida en lo sucesivo, la justicia.
Los militares anunciaron que "reforzaron las medidas de seguridad de la ciudad, multiplicando el número de patrullas y los retenes con barreras".
Trípoli es con frecuencia el escenario de enfrentamientos, principalmente en dos barrios pobres del norte: Bab al Tebaneh, un feudo sunita favorable a la revuelta contra el régimen sirio, y Jabal Mohsen, de mayoría alauita y favorable al presidente Bashar al Asad, de confesión alauita.
La tensión empezó a subir el jueves cuando se izaron banderas sirias en Jabal Mohsen, que domina Bab al Tebaneh, donde en respuesta se colocaron banderas de los rebeldes.
La población de Trípoli está formada por un 80% de sunitas y un 11% de alauitas. Las tensiones entre las dos comunidades se agravaron con el conflicto en Siria y el pasado agosto un doble atentado con coche bomba dejó 45 muertos.
Desde el sábado, once personas perdieron la vida en diferentes incidentes, la mayoría víctimas de francotiradores.