El escándalo sobre el espionaje de EEUU se extiende a España

AFP (Agencia France-Presse)

MADRID. - España reclamó este lunes a Estados Unidos explicaciones por las presuntas escuchas telefónicas en el país, manteniendo viva la tormenta diplomática, especialmente virulenta en Alemania, originada por el presunto espionaje de la NSA a varios países europeos.

El ministro de Exteriores español, José Manuel García Margallo
El ministro de Exteriores español, José Manuel García Margallo

Según el diario español El Mundo, la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense (NSA) espió más de 60 millones de llamadas telefónicas en ese país entre diciembre de 2012 y enero de 2013, sumándose a una larga lista de estados europeos espiados como Francia y Alemania.

El ministerio de Asuntos Exteriores español, donde acudió el embajador estadounidense James Costos tras ser convocado, aseguró que estas "prácticas, de ser ciertas, son impropias e inaceptables entre socios y países amigos".

Durante este encuentro, el secretario de Estado español para la Unión Europea, Iñigo Méndez de Vigo, "ha instado a las autoridades de Estados Unidos a que faciliten toda la información necesaria sobre las supuestas escuchas realizadas en España".

Mientras, una delegación del Parlamento Europeo se encuentra en Estados Unidos para hablar sobre "el impacto de los programas de vigilancia sobre los derechos fundamentales de los ciudadanos de la UE, en particular, el derecho a la vida privada".

"Nuestra confianza se ha visto sacudida", dijo el alemán Elmar Brok, presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo, añadiendo que "no es aceptable que, por ejemplo, la canciller Merkel y otros hayan sido espiados durante más de 10 años".

Según el documento publicado por El Mundo, presentado como procedente del ex analista de la NSA Edward Snowden, esa agencia "espió 60.506.610 de llamadas telefónicas en España", entre el 10 de diciembre de 2012 y el 8 de enero de 2013.

El viernes, el rotativo El País había publicado que la NSA había espiado al personal y los miembros del gobierno además de haber "rastreado las comunicaciones telefónicas, SMS y correos electrónicos de millones de españoles".

Entonces, el jefe del gobierno conservador Mariano Rajoy, aliado de los Estados Unidos, afirmó no tener constancia de dichas actividades y se desmarcó de la iniciativa francogermana para pedir "aclaraciones" a Washington y unas reglas sobre el espionaje entre países amigos.

Tras las nuevas revelaciones, el ejecutivo endureció el discurso. Desde Polonia, donde realiza una visita oficial, el ministro de Asuntos Exteriores José Manuel García Margallo, advirtió en declaraciones a la prensa española que de confirmarse este asunto "podría suponer una ruptura del clima de confianza que tradicionalmente ha presidido las relaciones entre los dos países".

Las revelaciones en España han alimentado aun más la tormenta sobre las escuchas de la NSA en Europa, especialmente virulenta en Alemania por las informaciones sobre la supuesta escucha telefónica del móvil de la canciller Angela Merkel.

El semanario Der Spiegel afirmó este fin de semana que Merkel había sido escuchada desde 2002, antes de convertirse en canciller en 2005 y con George Bush en la Casa Blanca.

Según la publicación alemana, el presidente Barack Obama estaba al corriente desde 2010 de la vigilancia sobre la líder alemana, "la mujer más poderosa" del planeta según la revista Forbes.

En un comunicado enviado el domingo a la AFP, la NSA desmintió estas acusaciones. "El general Alexander (que dirige la NSA) no habló con el presidente Obama de un supuesto operativo de inteligencia que involucrara a la canciller Merkel (...) Las versiones de prensa que aseguran lo contrario no son ciertas", declaró Vanee Vine, un portavoz de la agencia.

Indiferentes a estas últimas informaciones, la prensa alemana sigue arremetiendo contra EEUU.

En un editorial titulado "El amigo escucha", en referencia a la propaganda de la Segunda Guerra mundial donde se invitaba a los ciudadanos a vigilar sus espaldas porque "el enemigo escucha", el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung (FAZ) equiparó a los Estados Unidos a "una potencia de ocupación digital".

Por muy escandalizada que esté, la clase política difícilmente puede responder con medidas claras a este conflicto. Aunque en Alemania algunos evocan a suspender las negociaciones sobre un acuerdo de libre comercio entre Estados Unidos y la Unión Europea, Merkel se desmarcó de una acción así.

Por el momento, Alemania enviará esta semana a los Estados Unidos a una delegación de altos representantes de sus servicios de espionaje para "avanzar en las discusiones con la Casa Blanca y la NSA sobre las acusaciones lanzadas recientemente", según el portavoz adjunto de la cancillería, Georg Streiter.



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