AFP (Agencia France-Presse)
Atenas, Grecia. - El nuevo gobierno griego quiere cerrar los centros de internamiento de extranjeros en Grecia, indicó este sábado un ministro, tras el suicidio de un inmigrante paquistaní. Muchos griegos han votado a partidos contrarios a la inmigración.
"Vine aquí para expresar mi bochorno. Estamos hartos de los centros de internamiento, dejadnos unos días", anunció Yannis Panoussis, ministro de Protección Ciudadana, tras haber visitado el centro de Amygdaleza, cerca de Atenas, donde se suicidó el joven.
El paquistaní había entrado a Grecia por la isla de Creta (sur) en diciembre, y había sido transferido a Amygdaleza, unas horas antes de su muerte.
"Vamos a hacer lo que dijimos antes de las elecciones, y lo que dijimos ante el Parlamento", declaró el ministro. Syriza había mostrado su intención de transformar esos establecimientos en centros de acogida, durante la última campaña electoral.
Unas cincuenta personas protestaron delante del centro durante la visita del ministro.
Al otro lado de la verja, manifestantes enarbolaban carteles con inscripciones en inglés que rezaban "Libertad. Aquí se muere".
La decisión choca con las ideas del partido nacionalista Griegos Independientes, socio de Syriza en el gobierno, que aboga por un control muy firme de la inmigración. Y las asociaciones de defensa de los derechos humanos temen que el gobierno no pueda cumplir lo prometido por culpa de los diputados de la formación derechista.
El centro de Amygdaleza lleva tiempo siendo objeto de críticas. Se construyó para unas 1.000 personas, pero alberga casi el doble, y se han producido varias huelgas de hambre en su seno para protestar por las malas condiciones de vida.
Grecia es una de las mayores puertas de entrada de Europa, en particular para los inmigrantes procedentes de Afganistán y de Siria. Atenas ya pidió en varias ocasiones una revisión del reglamento de Dublín, que prevé que el primer país al que llega un inmigrante en Europa sea el responsable de examinar su demanda de asilo.