AFP (Agencia France-Presse)
Bengasi, Libia. - El gobierno libio reconocido por la comunidad internacional intenta controlar la totalidad de los ingresos petroleros a pesar de que el país está sumido en el caos, con dos ejecutivos, dos parlamentos y dos compañías nacionales de petróleo.
Instalado en la ciudad de Tobruk (este), el gobierno estableció recientemente su propia compañía nacional de petróleo para rivalizar con la National Oil Corporation (NOC), que gestiona el sector desde hace más de 40 años, pero tiene su sede en Trípoli, la capital en manos de las milicias islamistas de Fajr Libya (Amanecer de Libia).
Así, Libia tiene dos NOC, que se añaden a los dos gobiernos y a los dos parlamentos que se disputan el poder y los ingresos del crudo, principal riqueza económica del país sumido en el caos desde la caída de Muamar Gadafi en 2011.
El gobierno dirigido por Abdalá Al Theni, reconocido internacionalmente, lanzó el domingo la nueva NOC confiándole la labor de "supervisar las operaciones de venta y exportaciones de petróleo de los campos bajo control del gobierno legítimo".
Con sede en Bengasi (este) esta compañía quiere competir con la NOC que tiene su sede desde 1970 en Trípoli, capital en manos de las milicias islamistas desde el verano de 2014.
Esta rivalidad "agrava la incertidumbre y la complejidad" para los compradores de petróleo libio, destaca Valérie Marcel, investigadora del instituto Chatham House en Londres.
Suleiman Ibrahim, profesor de economía en Bengasi, espera que las compañías petroleras extranjeras tengan un comportamiento extremadamente prudente.
Estas compañías tratan con la NOC de Trípoli "desde hace años, y no van ahora a cambiar de interlocutor", afirma. De hecho, el gobierno reconocido solamente podrá vender petróleo "en el mercado negro (...) o a través de otros países", asegura.
- Mayor división en el país -
Todos los asuntos técnicos, así como la base de datos y la red de clientes están en la capital y eso hará "más difícil" el trabajo de la nueva NOC, indica el portavoz de la NOC en Trípoli, Mohamed al Hrari.
Pero el jefe de la nueva NOC, Mabruk Abu Seif, afirma sin embargo haber iniciado negociaciones con compañías petroleras que ya tienen contratos en vigor con Libia.
Y la nueva compañía deberá también abrir "una nueva cuenta bancaria en Emiratos Árabes Unidos" y "oficinas en Alemania, Gran Bretaña y Estados Unidos", como ya decidió el gobierno.
Hasta ahora es el banco exterior libio el que recibe los ingresos petroleros antes de transferirlos al Banco Central, que desde el principio de la crisis se limita a pagar los salarios de los funcionarios, sin financiar directamente a uno u otro gobierno.
"La apertura de una cuenta bancaria independiente ahonda la división en el país, lo que la comunidad internacional intenta evitar" opina Ibrahim, aludiendo a los esfuerzos de la ONU para sacar al país de la crisis.
La comunidad internacional "rechazará seguramente la cuenta [del gobierno reconocido] en los Emiratos" e intentará mantener la "neutralidad del Banco Central hasta que triunfe el diálogo" bajo los auspicios de la ONU, añade.
Jaled Abdalá, asesor financiero de compañías petroleras, destaca además que los clientes de Libia "tratan con el Banco Central libio y la NOC en tanto que instituciones neutras", lo que hará más difícil al gobierno de Theni "obtener cobertura internacional".
La NOC reafirma por su lado su "neutralidad" y llama a los beligerantes a mantener al sector petrolero "fuera de las querellas políticas".
La producción de Libia se ha derrumbado tras la caída de Gadafi y el país sólo produce 350.000 barriles diarios, frente a los más de 1,5 millones antes de 2011.
La región que se extiende entre Trípoli y Bengasi, al este, alberga los principales terminales petroleros del país, que los grupos islamistas han tratado varias veces de controlar.