"Siria rechaza las decisiones tomadas en su contra y fuera del plan de trabajo árabe, y considera que afectan la soberanía nacional y (constituyen) una flagrante interferencia en sus asuntos internos", según un responsable citado por la televisión.
Según el gobierno sirio, este plan es una "violación flagrante" de la Carta de la Liga Árabe.
"El Consejo de Ministros (de la Liga Árabe) debería haber asumido sus responsabilidades, deteniendo la financiación y el suministro de armas a los terroristas", dijo el funcionario, citado por la televisión.
La decisión del Consejo, "que va contra de los intereses del pueblo, no impedirá que Siria avance en su política de reformas y lleve la seguridad y la estabilidad a su pueblo, que ha demostrado en la crisis su compromiso con la unidad nacional y su adhesión al presidente Asad", señaló la fuente.
La Liga Arabe pidió a Asad "delegar prerrogativas a su vicepresidente para tratar con un gobierno de unión nacional" que deberá estar formado "en dos meses", según el comunicado leído, en conferencia de prensa, por el ministro de Relaciones Exteriores de Catar, jeque Hamad ben Jasem al Thani.
Este gabinete de unión deberá ser "presidido por una personalidad de consenso. Su misión será aplicar el plan árabe y preparar elecciones parlamentarias y presidenciales, pluralistas y libres, bajo supervisión árabe e internacional", agrega el plan.
El documento pide al gobierno "y a todas las corrientes de la oposición que entablen un diálogo serio, bajo los auspicios de la Liga Árabe, en un plazo no superior a dos semanas, con el fin de lograr el objetivo de formar un gobierno de unión".
Los cancilleres árabes también dieron instrucciones al secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, para que se nombre a un "enviado especial", encargado de supervisar la evolución de la situación en Siria.
La organización panárabe decidió además prolongar su misión de observadores en Siria, pero este asunto fue eclipsado por el anunció de las clausulas del nuevo plan.
La Liga Árabe buscará ahora el respaldo de la ONU a sus iniciativas. "Vamos a informar a la ONU del conjunto de resoluciones de la Liga Árabe (...) en vista de su aprobación", declaró Al Thani.
Al Arabi, presente en la conferencia de prensa, explicó que la organización busca el respaldo de la ONU para dar "más peso" a su plan de salida de la crisis en Siria.
El pedido de la Liga Arabe de un apoyo de la ONU fue acogido en forma favorable por el jefe del Consejo Nacional Sirio (CNS), el más importante grupo de oposición, Burhan Ghaliun, que subrayó sin embargo que "cualquier transición en Siria deberá estar precedida de un anuncio de partida de Asad".
Posteriormente, Al Thani aclaró que "la nueva iniciativa árabe adoptada por los ministros de Relaciones Exteriores tiene por objetivo una salida del régimen sirio de manera pacífica".
"Si esta iniciativa no es implementada, entonces iremos al Consejo de Seguridad, donde se toman las decisiones", advirtió. La referencia al "plan de salida" no aparece en la versión en idioma árabe final.
Según la ONU, más de 5.400 personas han muerto en diez meses de rebelión y represión en Siria, cifra que incluye a varios centenares desde que llegó al país la misión árabe. Por su parte, el gobierno sirio afirma que en estos diez meses han muerto 2.000 poicías y soldados, asesinados por grupos armados.
Los observadores árabes fueron desplegados a partir del 26 de diciembre, luego que Damasco aprobara el protocolo que rige su misión, que incluye el cese de la violencia, la retirada de los tanques de las ciudades y la libre circulación de los medios de comunicación extranjeros.