A mediados de mayo, una imagen de un niño con rasgos asiáticos, sin zapatos y con ropas desgastadas apareció en una pared de un bazar, mientras era representado cosiendo banderas británicas.
La evidente crítica, reivindicada por el enigmático Bansky, se dirigía especialmente a la decoración de la ciudad para el Jubileo de la reina Isabel II y estaba en uno de los recorridos fijadas para la llama olímpica por la capital británica.
Los medios especularon también con la posibilidad de que se tratara realmente de una primera obra de Bansky en contra de aspectos de los Juegos Olímpicos, especialmente después de que la prensa revelara que los uniformes del equipo británico estaban siendo fabricados en Indonesia, por personas en condiciones de explotación y con duras condiciones laborales.
"Artista guerrillero" o "icono anticapitalista" son algunos de los apelativos que se han dedicado en los últimos años para Bansky, aunque lo cierto es que sus obras han adquirido un cierto prestigio, hasta el punto de que las ciudades no sólo no tienden a borrar sus grafitis, sino que los aprovechan como reclamo turístico.
"Pinté esto en Poundland, en el norte de Londres, en una tienda que vende +merchandising+ barato del Jubileo y que se encuentra en el recorrido de la antorcha olímpica", admitió Bansky, según recogió la prensa británica.
"Supe después que hace dos años se descubrió que vendía material fabricado en talleres de explotación, pero eso no lo sabía. Simplemente pensé que era una pared bonita para pintar", habría señalado el rey del grafiti.
La fabricación de material deportivo en fábricas asiáticas donde se producen abusos y situaciones que no serían legales en países como el Reino Unido ha provocado una gran polémica recientemente y por ello muchos estimaron que era un avance de nuevos grafitis durante los Juegos.
Londres se convierte en el centro del mundo durante las poco más de dos semanas que dura el evento y Bansky podría tener la ocasión perfecta para lanzar nuevos mensajes al mundo, a pesar de que la ciudad estará ultravigilada.
No se sabe con certeza dónde nació el artista, pero se cree que fue cerca de Bristol a mediados de los setenta, según los datos de las personas que han tenido la oportunidad de conocerlo o entrevistarlo.
Empezó a plasmar su habilidad con los 'sprays' en esa ciudad del sudoeste del Reino Unido, pero Londres ha sido uno de sus lugares predilectos para conseguir un mayor impacto.
Desnudos en paredes de una clínica de enfermedades de transmisión sexual, soldados orinando, policías homosexuales besándose... La libertad creativa de Bansky hasta ahora ha sido total, pero a pesar de su espíritu de contracultura, los círculos oficiales lo han adoptado como uno de los suyos.
Obras suyas han sido expuestas en museos prestigiosos como la Tate Modern londinense o en el Metropolitan neoyorquino, ha publicado libros de fotografía e incluso tiene una película dedicada a él, mientras famosos como la pareja de actores Brad Pitt o Angelina Jolie se han declarado admiradores.