El juez Bermúdez es denunciado por abuso de poder
Público, Madrid, España
La abogada Zoubida Barik Edidi, española de origen marroquí, ha presentado una denuncia ante el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) contra el presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, Javier Gómez Bermúdez. Le acusa de haber cometido una falta grave o muy grave de abuso de poder por impedirle sentarse en estrados, el lugar reservado en la sala de vistas a los abogados que asisten a un juicio, por llevar la cabeza cubierta con un pañuelo.
El pasado 28 de octubre por la tarde, Edidi asistió sin problemas a la vista oral, pero al día siguiente, el presidente del tribunal le dijo que no podía estar ahí. Ella preguntó los motivos y Gómez Bermúdez le respondió: "Las partes no pueden llevar la cabeza cubierta con un pañuelo".
La mujer se escudó en que había asistido a otros juicios defendiendo a sus clientes, sin ningún problema. Entonces, según la denuncia que ha presentado en el Consejo, el juez dijo: "Esta es mi sala y aquí mando yo". La denuncia añade que Gómez Bermúdez se comportó "como si el derecho procesal estuviera por debajo de su voluntad".
La abogada optó por no armar un espectáculo y abandonó los asientos destinados a la defensa de los acusados. Pero decidió quejarse ante el Colegio de Abogados de Madrid y ayer presentó una denuncia ante el CGPJ, a la que se ha sumado otra en el mismo sentido de la asociación que preside el abogado José Luis Mazón.
En su recurso de alzada ante la Sala de Gobierno de la Audiencia, la letrada alegará que se ha vulnerado su derecho a no ser discriminada y a que se respete su vida privada, al ser el pañuelo una de sus señas de identidad. Zoubida Barik Edidi lleva también pañuelo en la fotografía del carné que la identifica como miembro del Colegio de Abogados de Madrid.
El juicio del burka
El episodio que ha provocado las denuncias contra Javier Gómez Bermúdez se ha producido en el mismo juicio en el que se impidió a una testigo declarar con burka. El argumento del presidente del tribunal era comprensible en ese caso, porque llevar el rostro cubierto impide ver los gestos que puede usar la testigo mientras declara, algo clave para dar verosimilitud o no a sus palabras.La mujer, hermana de un terrorista que se suicidó en Irak, declaró de nuevo en la Audiencia Nacional unos días más tarde con un pañuelo en su cabeza, como el que lucía la letrada.