El liberalismo ético de Marañón
Público, Madrid, España
"El liberal tiene virtudes radicales que hacen progresar el mundo". Esta frase, garabateada en sus hojas de apuntes, resume el pensamiento ideológico y político de Gregorio Marañón (1887-1960). Este médico y ensayista siempre defendió el liberalismo, pero no con el sentido semántico que se le atribuye hoy, la oferta y la demanda como mantra supremo, sino a partir de su espíritu ético.
Gregorio Marañón
"Era liberal porque intentaba entender a los demás", dice el comisario Vega
Dividida en siete apartados, esta exposición hagiográfica trocea a Marañón a ritmo de sus frases célebres, fotografías y cuadros de sus compañeros de viaje intelectual, pintados por Zuloaga y Sorolla la generación del 14 formada por José Ortega y Gassett y Ramón Pérez de Ayala, entre otros, los libros que le convirtieron en una eminencia como endocrino y algunos manuscritos inéditos. Entre ellos, su expediente académico (con resultado de sobresaliente), su tesis doctoral basada en el comportamiento del tiroides y su ensayo sobre el donjuanismo. También hay una reproducción de su laboratorio, su consulta y la sala policlínica que tenía en el Hospital General de Madrid, centro que hoy lleva su nombre. Un documental elaborado por José Luis López Linares pone imagen y sonido a la vida del ensayista. Entre Las Hurdes y la cárcel
El perfil que se obtiene de Marañón en esta muestra es el de un médico que, aunque en un principio no estuvo muy interesado por la política, el contexto social le obligó a manifestarse. Una de sus primeras acciones, documentada con fotografías y textos en la exposición, fue una excursión a la región de Las Hurdes junto al rey Alfonso XIII en 1922. Marañón pretendía que el monarca viera de primera mano el rostro del hambre, la miseria y la enfermedad en su país. Un año después, el golpe de Miguel Primo de Rivera le llevaría a pasar un mes en la cárcel. La muestra reúne manuscritos inéditos como su tesis doctoral
Marañón tenía la idea de una España plural. "Nací en península de los altos y tristes destinos, por eso amo tanto España, porque conozco hasta los más remotos hontanares de su alma y de su tierra. Por eso también creo en ella", escribió. Esta ideología hizo que durante la Guerra Civil "señalara que los vencedores debían mostrar generosidad hacia los vencidos", recuerda el comisario López Vega. En una entrevista publicada en el diario mexicano Excelsior en 1958, Marañón apuesta por una restauración de la monarquía y por dar impulso a los jóvenes. "El régimen le viene chico a España (...) Hay un espíritu de progreso y en él fundo mi optimismo", declaró. La muestra estará en Madrid hasta el 6 de junio. Después viajará a Santander y en otoño recalará en Toledo, la ciudad en la que escribió algunos de sus libros que hoy han quedado como herencia del liberalismo ético.