AFP (Agencia France-Presse)
GINEBRA. - El mediador de la ONU, Lakhdar Brahimi, aseguró este miércoles que no espera resultados sustanciales esta semana en las negociaciones de paz sobre Siria que se celebran en Ginebra.
"Para ser franco, creo que no lograremos nada sustancial" dijo Brahimi tras cinco días de negociaciones para intentar encontrar una salida al conflicto que ha dejado 130.000 víctimas y millones de desplazados dese que empezó, en marzo de 2011.
"Espero que la segunda sesión será más estructurada y más productiva", añadió Brahimi en una rueda de prensa.
Tras cinco días de negociaciones que empezaron el sábado, un día más tarde de lo previsto, la ronda actual se termina el viernes y probablemente habrá una segunda ronda a finales de la semana que viene.
Aún así el mediador argelino se mostró optimista. "Estoy muy contento porque todavía estamos negociando. El hielo se está rompiendo, lentamente, pero se está rompiendo", dijo el mediador de la ONU.
"Esta gente no se han sentado juntos desde hace tres años y no se esperan que haya una varita mágica", añadió.
Tras casi tres años de conflicto, la oposición y el régimen de Bashar al Asad se reunieron por primera vez esta semana para esta conferencia de paz, llamada Ginebra II.
Rusia y Estados Unidos presionaron a ambas partes para que se sentaran en la misma mesa y "están usando su capacidad para convencer, que es mucha más que mi capacidad para convencer", dijo Brahimi.
El viernes, los participantes decidirán la fecha de la próxima ronda de negociaciones.
Grandes discrepancias
La cuestión clave de las negociaciones es la creación de un gobierno de transición, tal y como establecía el documento Ginebra I firmado en 2012 por ambas partes. Según la oposición, ese gobierno no puede incluir a Asad, algo que el régimen rechaza.
"Creo que hemos logrado algunos progresos para poner la negociación en el camino correcto", dijo Louai Safi, de la delegación de la oposición, una afirmación confirmada por la delegación del régimen que habló de "negociaciones positivas".
"Pero todavía hay grandes discrepancias entre nosotros y el régimen sobre lo que hay que negociar primero", añadió Safi.
La oposición quiere hablar en primer lugar del gobierno de transición, como está previsto en la resolución 2118 del Consejo de Seguridad de la ONU que acompaña el acuerdo de 2012.
Pero, para el régimen, las negociaciones tienen que abordar primero el fin de la violencia y la lucha contra el "terrorismo", el nombre con el que Damasco califica a los rebeldes.
Según Buthaina Shaaban, consejera política y de medios de comunicación de Bashar al Asad, "la única diferencia entre ellos y nosotros, es que queremos hablar de Ginebra I punto por punto, empezando por el primero" que habla del fin de la violencia.
"Ellos (la oposición) quieren pegar un salto hasta el punto que habla del gobierno de transición y lo único que les interesa es estar en el gobierno, mientras que a nosotros nos interesa frenar esta guerra horrible", aseguró Shaaban.
El régimen de Damasco nunca reconoció la revuelta en el país, que empezó en marzo de 2011 como protesta pacífica y se convirtió progresivamente en una guerra civil.
Al principio de las negociaciones de Ginebra el gobierno accedió a abrir corredores humanitarios para evacuar a las mujeres y víctimas de la ciudad de Homs, una de las más castigadas por los bombardeos del ejército, pero todavía no hay medidas concretas, dijo este miércoles Brahimi.
La llegada de la ayuda está a la espera del visto bueno de las organizaciones humanitarias.
El casco antiguo de Homs está asediado desde junio de 2012, cuando los rebeldes se levantaron contra el régimen, y unas 500 familias viven allá con bombardeos casi diarios y suministros mínimos.