El mexicano Naranjo busca "mirar a los ojos" al narcotráfico en "Miss bala"
AFP (Agencia France-Presse)
SAN SEBASTIÁN. - El director mexicano Gerardo Naranjo dejó sin habla al público en el festival de cine de San Sebastián con "Miss bala", una dura película sobre el narcotráfico con la que el cineasta propone "mirar a los ojos al mal" de las drogas y el crimen organizado.
Stephanie Sigman, en una imagen del film Miss bala.
"Hay quienes dicen 'no hay que ver, hay que evitar, hay que hablar de lo bueno', yo en cambio propongo que veamos el mal a los ojos, que reconozcamos lo que está mal y a partir de ahí empezaremos a hacer las historias de amor, las historias de esperanza", dijo Naranjo, acompañado en el festival donostiarra por la protagonista de la cinta, la joven actriz Stephanie Sigman.
Naranjo retrata en "Miss bala" el lado más crudo del narcotráfico y el crimen organizado, las guerras entre bandas y con la policía, la corrupción de las fuerzas del orden y las víctimas inocentes de lo que el director considera "una guerra" que ha causado miles de muertos en México.
Para ello, el cineasta mexicano decidió contar la historia desde el punto de vista de una joven aspirante a Miss, arrastrada a ese mundo de violencia por simple accidente cuando se ve envuelta en un tiroteo.
"Decidimos que no vamos a hacer la historia del crimen desde adentro, no vamos a justificar sus psiques, no vamos a justificar sus actos, más bien vamos a verlo a través de un inocente, una víctima", explicó Naranjo, que buscó reaccionar de esta manera contra la forma demasiado benigna de presentar el fenómeno en el cine y en la literatura.
Para Naranjo, "los medios no estaban retratando el sentimiento de la población". "Se hacían muchas comedias, se hacía mucha farsa poniendo a los criminales como una especie de ídolos, lo cual me parecía rarísimo... en las novelas se pone a la 'reina del sur' como un personaje aspiracional", afirma en referencia a la novela de Arturo Pérez Reverte, en que una joven acaba convirtiéndose en "capo" del narcotráfico.
"Se hablaba mucho del tema, pero con un crisol muy raro, con comedia, pero no había crítica y la gente está harta del crimen. Me parecía que había una sensibilidad que no estaba siendo tomada en cuenta que es ver las cosas de una manera sin glorificar", añadió.
Pese a que algunos han criticado la imagen que muestra la película, Sigman es categórica: "No creo que le estemos haciendo una mala promoción a México" y recuerda las cifras de muertos.
La joven actriz, que consideró como un reto el papel de la aspirante a Miss en su primera película, recuerda que el rodaje "fue agotador, físicamente, emocionalmente, pero siempre con la consciencia de que estábamos haciendo algo bueno".
Sigman recordó el "sube y baja de emociones" que supuso este personaje, basado de manera libre, al igual que la película, en el arresto de Laura Zúñiga, Miss Sinaloa, junto a varios presuntos narcotraficantes.
"Fue un hecho muy sonado el hecho real en que está basado (el personaje). Es un referente nacional, todos los mexicanos reconocen esa imagen (de la detención de Zúñiga) y creo que explica bastante sin decir mucho", dijo Naranjo, que para contar esta sórdida historia rechazó, como coguionista, mostrar explícitamente drogas o torturas o hacer grandes discursos.
"Miss bala" ha sido un éxito en México y ya tiene asegurada su distribución mundial, además de perfilarse como una firme candidata al premio Horizontes, por el que compiten 13 películas latinoamericanas.