AFP (Agencia France-Presse)
BAYONA, Francia. - "Independentzia, Independentzia!". El lema resuena en una gran sala, repetido por cientos de vascos de los dos lados de los Pirineos: el nacionalismo regional gana terreno, aunque su influencia es aún mucho menor en Francia que en España.
La reunión tiene lugar durante el lanzamiento en Pamplona (Navarra, norte de España) de Sortu, partido fundado por exmiembros de Batasuna, el exbrazo político de la organización separatista armada ETA.
Entre banderas vascas, la asistencia está compuesta por treintañeros con sus hijos, habitantes de zonas rurales, parientes de miembros de ETA y delegados de las "siete provincias vascas" (cuatro en España -que forman las regiones administrativas de País Vasco y Navarra- y tres en Francia).
Los asistentes gritan: "Los presos a casa", aplauden al dirigente de las FARC colombianas Iván Márquez o al fallecido presidente venezolano Hugo Chávez, cuyas fotos se proyectan en una pantalla.
Estos militantes de la izquierda "abertzale" (nacionalista radical) se muestran sin complejos pese a que su ideología es objeto de un rechazo visceral por parte de una gran franja de la sociedad marcada por los atentados de ETA, que ha matado a 829 personas en cuatro décadas de lucha armada.
Mikel, profesor de euskera (lengua vasca), de 44 años, afirma que quiere que sus hijos, de 5 y 12 años, vivan como vascos "sin tener que sufrir por ello". "La represión de la lengua y de la cultura continúa", "queremos un estatuto de pueblo. Ni más ni menos", afirma.
Ana, una cocinera de 38 años, sostiene que en España la izquierda clásica, en particular el Partido Socialista, no hecho más que tratar de "aplastar" al "pueblo vasco".
Ana y Mikel forman parte de una izquierda nacionalista e independentista que se ha consolidado aprovechando el abandono de la lucha armada por ETA, anunciada en octubre de 2011.
En el País Vasco español, la coalición independentista Euskal Herria Bildu (EH Bildu) pasó a ser la segunda fuerza política regional en las elecciones de octubre de 2012, con un 25% de los votos y 21 de los 75 diputados autonómicos.
Con los 27 diputados del Partido Nacionalista Vasco (PNV, centro-derecha), el campo nacionalista es ahora mayoritario en el Parlamento de la comunidad autónoma vasca, donde gobierna este veterano partido conservador.
Jóvenes urbanos
La coalición EH Bildu ganó además la alcaldía de San Sebastián y dirige la provincia de Guipúzcoa.
Y el partido Sortu fue legalizado en junio de 2012.
La izquierda nacionalista vasca no gozó nunca de tal influencia electoral, estima el sociólogo Iduzki Urteaga.
Antes atraía a una población rural, a un electorado joven o a personas de edad avanzada. Ahora "tienen también el apoyo de jóvenes urbanos de entre 20 y 40 años, pertenecientes a clases sociales más acomodadas", agrega. Eso representa una base electoral de unos 270.000 votos, frente a 150.000 en 2003, según Urteaga.
Tanto el abandono de la lucha armada por parte de ETA como la crisis explicarían ese crecimiento.
Los electores estiman que el País Vasco, industrializado, se las arreglaría mejor sin el poder central. "El sistema ha fracasado, tanto desde el punto de vista social como del económico y político", sostiene Ana.
"Bildu seduce a la izquierda antisistema (....), ha pasado a ser un refugio, aprovechan el descrédito de la clase política", estima el secretario del Partido Popular (PP, derecha) en el País Vasco, Iñaki Oyarzábal.
Esa tendencia se inscribiría también en el avance de las ideas nacionalistas en varias regiones de Europa: Cataluña, Flandes, Escocia, etc., según el sociólogo.
A falta de acuerdo de gobierno entre el PNV y la izquierda abertzale, esa tendencia tiene dificultades en expresarse políticamente, pero su traducción idiomática es clara: un 77% de los niños acuden a escuelas que enseñan exclusivamente en euskera, acusadas por la derecha de ser vector de las ideas nacionalistas.
En Francia, la mira en las municipales de 2014
En Francia, el voto en favor de los nacionalistas no ha variado, situándose en alrededor del 15%, pero ellos quieren aprovechar su éxito al otro lado de los Pirineos.
La rama francesa de Batasuna decidió su disolución para crear Sortu, y su objetivo es ganar terreno en las elecciones municipales de 2014 creando una coalición de izquierda independentista.
Los observadores consideran que también en el País Vasco francés -un territorio del suroeste sin entidad administrativa, integrado en el departamento (provincia) de Pyrénées-Atlantiques- progresan la utilización de la lengua vasca y el apego a la identidad y al territorio.
Muchos ediles son favorables a la creación de una colectividad vasca "de estatuto especial", incluyendo a miembros de la Unión por un Movimiento Popular (UMP, oposición de derecha).
"El nacionalismo avanza, pero mucho menos que el movimiento de identidad de lengua, de cultura", estima Max Brisson, edil UMP de Biarritz.
Esa evolución preocupa a ciertos servicios especializados en la lucha contra ETA. Una fuente de uno de ellos acusó a los políticos de "oportunismo con objetivos electorales".
"Una institución específica para el País Vasco sería la caja de Pandora. Hay una estrategia de pequeños pasos a largo plazo", estimó la fuente.
"Yo no creo que las ideas nacionalistas ganen terreno", sólo "buscamos un buen modo de gobernanza", considera por su parte el senador centrista Jean-Jacques Lasserre.
"Frente a la globalización, la juventud se vuelve hacia su cultura, sus raíces, lo que no significa una actitud nacionalista", estima la diputada socialista Colette Capdevielle.