El narcotráfico irrumpe a balazos en elecciones estatales mexicanas
AFP, Agence France-Presse
MÉXICO, Jennifer González, (AFP) - El asesinato del candidato favorito para ganar el domingo la gobernación de Tamaulipas, en el noreste de México, constituye un mensaje del crimen organizado, que antes buscaba influir con métodos discretos y ahora irrumpe a balazos en los comicios estatales, estiman analistas.

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Este crimen "representa un mensaje contundente" del narcotráfico que busca mostrar su capacidad de desafiar a las instituciones, atacando un proceso electoral, dijo Raúl Benítez, un experto en seguridad nacional e investigador de la Universidad Autónoma de México.
Torre, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), era favorito en las encuestas para ganar el gobierno de Tamaulipas, uno de los 14 estados mexicanos que irá a las urnas el domingo. En 12 de ellos se elige gobernador, en unos comicios considerados medición de fuerzas de cara a las presidenciales de 2012.
El mismo lunes, en Veracruz, vecino al sur de Tamaulipas, el operador de campaña y hermano de una candidata suplente a la alcaldía de Cosamaloapan fue también asesinado a balazos cuando se encontraba en su restaurante.
Durante años la intervención del narcotráfico en la contienda electoral mexicana se limitó a aportes económicos a través de testaferros, pero "ahora opinan a balazos, quieren influir en las elecciones estatales y presidenciales", subraya Benítez.
El secretario general de la OE, José Miguel Insulza, condenó este martes el asesinato, que calificó de "crimen abominable que apunta al corazón de la democracia mexicana".
Estados Unidos, por su parte, dijo que se trató de una "tragedia" que muestra que la lucha "contra la violencia criminal necesita proseguir, necesita ser reforzada y continuada vigorosamente", según dijo Gordon Duguid, un portavoz del Departamento de Estado.
La violencia atribuida al narcotráfico ha provocado más de 23.000 muertes en México desde diciembre de 2006, cuando Calderón al asumir lanzó una estrategia de combate a los carteles, para la cual movilizó a unos 50.000 militares.
La mayoría de esas muertes es considerada por las autoridades fruto de pugnas entre carteles y ataques o venganzas contra autoridades.
Pero al matar a Torre -el crimen con mayores connotaciones políticas desde que en 1994 fue asesinado el candidato presidencial Luis Donaldo Colosio- el narcotráfico se muestra dispuesto a hacer ver a México como "un estado débil con gobiernos capturados por grupos criminales", señala Edgardo Buscaglia, experto en seguridad del Instituto Autónomo de México.
Es una situación que se repite en países donde el narcotráfico incrementa su poder, como México y Colombia, agrega este antiguo asesor de la ONU en cuestiones de combate al crimen organizado.
Tamaulipas, fronterizo con Estados Unidos y con una amplia costa sobre el Golfo de México, es un cruce estratégico para el tránsito de cientos de toneladas de cocaína hacia el principal mercado de consumo de drogas ilícitas.
La ambición por el control de esta plaza enfrenta hace meses al cartel del Golfo con sus antiguos aliados 'Los Zetas', un grupo creado por ex militares de élite.
Con el crimen de Torre las mafias intentan mostrar que su poderío les permite ahora determinar la disputa política.
Al matar a un político bien sea porque "no lo pueden comprar y dan espacio así a otro aspirante que sí pueden manejar; o porque lo compraron pero incumplió o porque un grupo criminal que compite por el mismo territorio desea colocar a su candidato", explica Buscaglia.
Para el gobierno federal no existe todavía una explicación de "exactamente por qué se atacó al candidato del PRI en Tamaulipas", dice Rafael Fernández de Castro, asesor en asuntos internacionales del presidente.
Pero "conforme se sienten acorralados los narcotráficantes tienen duras reacciones" agrega, señalando que en este caso el gobierno considera que el asesinato de Torre "afecta directamente a la democracia en México".