El poder y los rebeldes centroafricanos buscan la paz, el presidente se niega a irse
AFP (Agencia France-Presse)
LIBREVILLE. - El presidente de la República Centroafricana, François Bozizé, aseguró este martes que no quiere dejar el poder, el mismo día en que una delegación de los rebeldes que piden su salida se reunió en Gabón con representantes del poder y de la oposición para negociar la paz.
Soldados del gobierno en Bangui, la capital de la República Centroafricana.
Las declaraciones del presidente coinciden con la apertura en Libreville, la capital de Gabón, de una reunión preparatoria del consejo de ministros de la Comunidad Económica de los Estados de África Central (CEEAC) para las negociaciones de paz entre el frágil poder centroafricano y la rebelión, que domina la mayor parte del país.
La CEEAC reconoció en un comunicado "la complejidad de la tarea" que le fue asignada, sin precisar ningún calendario para intentar sacar a Centroáfrica, un estado miembro de la organización regional, del conflicto político-militar.
La delegación rebelde, dirigida por el jefe de la coalición Seleka, Michel Djotodia, fue la primera en llegar el lunes por la noche en Libreville. El movimiento pide la salida del presidente Bozizé.
"No podemos hacer la guerra sin la paz y viceversa. Estamos aquí, vamos a negociar, vamos a entendernos. Al final no sólo somos enemigos, también somos hermanos", dijo a la AFP el líder rebelde desde N'Djamena, la ciudad del Chad donde hizo escala antes de llegar a Gabón.
"No soy yo el que va a echar a Bozizé, hay una coalición y también la oposición democrática que está ahí [...] vamos a encontrarnos y veremos lo que se puede hacer", añadió.
Las delegaciones del gobierno y de la oposición salieron de Bangui, la capital de Centroáfrica, el martes por la mañana en dirección a Libreville, acompañados por el arzobispo de la capital, Dieudonné Nzapalainga, y otros miembros de la sociedad civil en calidad de observadores.
"Sentimiento patriótico" frente a la violencia
"Ni que sea por una vez esperamos que el sentimiento patriótico esté por encima de todas las demás consideraciones", dijo a la AFP uno de los delegados de la sociedad civil, Clotaire Rodonne Siribi, miembro de un comité de diálogo.
El lunes, el jefe de la delegación del poder, Jean Willybero-Sako, dijo estar "tranquilo" y aseguró que las concesiones del presidente Bozizé sobre un gobierno de unión nacional y la promesa de que no se volvería a presentar "demuestran una cierta voluntad de avanzar y de tener en cuenta las preocupaciones de todo el mundo".
"No podemos limitarnos únicamente al programa DDR ("desarme, desmovilización, reinserción de los combatientes")", dijo por su parte el abogado Nicolas Tiangaye, jefe de la delegación de la oposición, un programa creado los acuerdos de paz de 2008 pero que nunca se aplicó
Bozizé, en posición delicada por el fracaso del ejército en frenar a los rebeldes, tenía previsto viajar a Libreville esta semana en caso de que las delegaciones lleguen a un acuerdo, algo que por el momento parece difícil.
Por su parte Sasou Nguesso, el mediador que representa los países de África Central, pidió el lunes "obrar sin descanso para consolidar la paz en la República Centroafricana y llevar al gobierno y a la rebelión armada al diálogo".
Los rebeldes piden principalmente el respeto de los acuerdos de paz con el poder entre 2007 y 2011 así como la salida del presidente.