AFP (Agencia France-Presse)
Johannesburgo, Sudáfrica. - Investigadores descubrieron el secreto de la extraordinaria longevidad de los baobabs de África al interesarse por la extraña cavidad de un espécimen de entre 900 y 1.400 años, el baobab de Lebombo en Mozambique, formada por varias células fusionadas.
Este emblemático árbol, con su enorme silueta y sus ramas como raíces decorando las áridas sabanas del continente, tiene una circunferencia de 21,44 metros. Su cavidad puede albergar a dos adultos en su interior, como refleja la fotografía que acompaña al artículo publicado recientemente por la revista PLoS One.
Situado en la frontera entre el célebre parque sudafricano Kruger y el mozambiqueño de Limpopo, el árbol está situado en un sendero ecológico cerrado actualmente a los turistas.
"Tiene un aspecto singular con largas ramas que evocan los colmillos de los mamuts", precisan los siete autores, quienes sin embargo dejaron a un lado la poesía a la hora de extraer las muestras del tronco del árbol con la ayuda de un taladro.
La investigación empezó en 2005 con el fin de "comprender los aspectos controvertidos o poco conocidos de la arquitectura, el crecimiento y la edad del baobab africano" (Adanosia Digitata).
Se recogieron tres muestras desde el interior de la cavidad y cuatro perforando desde el exterior del tronco, que tiene una altura de 18,5 metros.
La datación del carbono reveló que la parte más anciana del árbol estaba al final de la muestra número 2, extraída desde el interior del árbol, diferente a la de otras muestras extraídas.
"Hasta ahora, las únicas cavidades normales o comunes mencionadas dentro de la literatura para todas las especies de árbol son las provocadas por la madera que se habría eliminado, con lo que la edad a nivel de la cavidad disminuye a medida que se aleja de la corteza y se acerca a la cavidad", subrayan los autores.
Sin embargo, este no ocurre así en el baobab de Lebombo.
"La única explicación posible para este descubrimiento es que estas cavidades, que llamamos falsas cavidades, son en realidad espacios naturalmente vacíos (que nunca estuvieron rellenados de madera) entre varias células dispuestas en forma circular que se habrían fusionado", agregan.
El ejercicio de datación del carbono se ha repetido en otros baobabs con cavidad falsa, llegando a la misma conclusión.
"Esta nueva arquitectura permite a los baobabs crecer más y vivir más tiempo", recalcan los autores.
En cuanto al baobab de Lebombo, esta investigación lo ha hecho entrar en el panteón de los árboles más viejos del continente: su aparición se remontaría al año 600, lo que lo convierte "en uno de los más viejos baobabs africanos".