La Jornada, México
Marisol Ceh Moo se erige en la autora de la primera novela escrita en maya. Teya, un corazón de mujer documenta la vida y asesinato de un líder social en Yucatán, en los años 70 del siglo pasado. El libro será presentado este jueves en el Museo de Culturas Populares
La primera novela escrita en maya –X-Teya, u puksi’ik’al ko’olel (Teya, un corazón de mujer)– no habla de la creación del mundo ni cuenta la enésima versión de la leyenda de la X-Tabay o del Dios Jaguar, ni hace apología del canto de los pájaros.
Su autora, Marisol Ceh Moo, así lo quiso. Su tema urgente era otro: la vida y el asesinato de un líder social en Yucatán, en la década de los 70 del siglo pasado.
Es la historia de Emeterio Rivera, joven abogado comunista, defensor de campesinos y trabajadores frente a los abusos de políticos y caciques estatales.
Dice la escritora yucateca, nacida en Calotmul en 1974: “Yo no me puse a pensar que quería ser la primera mujer que escribía una novela en lengua maya. No, yo sólo quería ser novelista, ése era mi deseo".
En un encuentro de escritores me enteré de que es la primera novela escrita por una mujer en una de las lenguas originarias de México y de que es la primera novela que se escribe en maya. Y me sorprendí.
Paradigma inexistente
Teya, un corazón de mujer, publicada por la Dirección General de Culturas Populares, está inspirada en movimientos sociales que tuvieron lugar en Yucatán en la segunda parte del siglo XX: historias de pensadores y héroes que dieron su granito de arena para cambiar su mundo; entonces yo quería hacer llegar a los lectores esas historias
.
–El hecho diferente es que lo hizo en maya.
–Sí, pero el que sea yo una escritora en un idioma indígena no quiere decir que escriba propiamente de los indígenas, que escriba específicamente de la cultura maya.
“Hay mucha gente que lo hace y yo también puedo hacerlo, pero lo importante es cumplir con el requisito de escribir en mi lengua materna y cumplo con ese papel.
“Aunque no escriba específicamente de mi cultura, en el material se descubre qué clase de mujer lo hizo, mi cosmovisión, mis sentimientos, mi forma de vida, que es maya. Pero cuando se me exige que escriba apegada a géneros como el cuento, el mito, la leyenda, dije: ‘¿por qué escribir lo que ustedes desean?’ Yo quiero emprender el género de la novela’.”
–¿Quiénes la presionaban para ceñirse a determinados géneros?
–Existe un grupo de escritores en el estado (de Yucatán) que se han abocado a escribir en los géneros que mencioné y que me decían que no era posible que alguien rebasara las tradiciones de nuestro pueblo, que alguien rompiera un paradigma para mí inexistente, que sólo ese grupo veía.
Entonces fui excluida por no acceder a sus solicitudes. Ahora ellos empiezan a entender que lo que estoy buscando es abrir puertas para las generaciones que vienen atrás.
Insuficiente, el cuento
Marisol Ceh Moo –licenciada en ciencias de la educación por la Universidad Autónoma de Yucatán (UAY), traductora e intérprete oficial del maya y becaria en tres ocasiones del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes– sostiene que la única razón por la que no se había escrito antes una novela en maya era “justamente por la falta de conocimiento de las formas y por el temor de romper con las tradiciones; por eso ha habido mucho rezago dentro de las lenguas originarias de México, porque dentro de los mismos grupos culturales hay quienes dicen de qué manera se puede trabajar o no; ellos deciden qué tiene que ser la poesía, la canción en lengua originaria, la leyenda o la compilación de las 50 mil versiones de la X-Tabay.
“Eso no es creación, eso es simplemente modificar el contexto y volver a imprimir. Entonces yo me atrevo y digo: no.
Además yo juego mucho con los personajes, con los tiempos, con los contextos, con las pasiones, y para hacerlo necesito una novela; no me alcanzan las 20 páginas de un cuento.
Un idioma completo
–¿El maya tiene todos los elementos gramaticales, la sintaxis, el vocabulario suficientes para desarrollarse en una novela?
–Es un idioma completo, tiene un sintagma verbal para manejarse. Por ello se puede escribir lo que se quiera en ese idioma, además de que los mal hablantes, y creo que en todas las lenguas originarias de México, tenemos la libertad y la posibilidad, dentro de un contexto, de ir creando los neologismos necesarios, para no desintegrar el idioma, para no castellanizarlo, sino hacerlo más completo. Activar en maya, por ejemplo, los nombres de los nuevos objetos surgidos de la tecnología.
Fui armando muchos neologismos; me acercaba a personas del grupo cultural maya y les decía: tengo una nueva palabra, les doy el sustento, la propongo y ellos dicen si hay razón para escribir de esa manera y se agrega al diccionario, o si ellos tenían una propuesta, ya me decían.
(X-Teya, un corazón de mujer, publicada en edición bilingüe con una versión al español, se presentará este jueves a las 18 horas en la Quinta Margarita del Museo Nacional de Culturas Populares.)