AFP (Agencia France-Presse)
BAGDAD. - Nadie vio nada, nadie sabe nada. Tras la masacre de 27 mujeres en una zona residencial famosa por ser un lugar de prostitución, la ley del silencio se impone entre los habitantes del barrio de Zayuna de Bagdad, donde la muerte espera a la vuelta de cada esquina.
En los destartalados edificios de Zayuna, en el este de Bagdad, los habitantes aprendieron hace mucho tiempo a no plantear preguntas. En una ciudad donde las armas pululan y la policía se muestra impotente ante los grupos armados, es lo más prudente.
Un día después del ataque de hombres armados contra dos inmuebles, donde murieron 27 presuntas prostitutas, pocos son los que conocen algún detalle de la matanza y muchos menos quienes se aventuran a dar una hipótesis.
"La gente tiene miedo. No conocen a sus vecinos. Cada uno se preocupa de la seguridad de su propia familia", explica Wisam Sami, un habitante del barrio de 23 años.
"Asesinaron prostitutas cerca de mi casa hace algunos meses y los vecinos se dieron cuenta varios días después por el olor", recordó.
"No sé quien es el responsable de estos asesinatos. Los (miembros de) Daish y las milicias chiitas se visten todos de negro y cualquiera puede comprar un uniforme o falsificar un documento de identidad", añade.
La palabra Daish es el acrónimo en árabe del grupo yihadista Estado Islámico (EI), pero también se utiliza de manera más general para designar a los insurgentes sunitas.
El barrio repleto de basura, donde un control de la policía filtra las entradas, mantiene su mutismo horas después del ataque.
"Este es el destino de cualquier prostituta", advierte una inscripción en una de las puertas de los edificios asaltados, situados cerca de una mezquita y de una guardería.
- "¿Quién controla Bagdad?" -
"Los policías no dirían nada si matan a alguien ante sus ojos. Tienen miedo. Es la ley del más fuerte", declara un vendedor, que pide el anonimato.
Sin embargo, la muerte de las trabajadoras del sexo no constituye para algunos un drama en un país donde la prostitución es tabú y donde los partidos religiosos ganaron influencia estos últimos años.
"La gente está cansada de las prostitutas. Ellas atraen a los criminales y a personas de dudosa moral", asegura otro comerciante de Zayuna.
Respecto a los motivos del ataque o a la identidad de los asaltantes, se impone la ley del silencio.
Las milicias chiitas son más activas desde el inicio de la ofensiva lanzada a principios de junio por los insurgentes sunitas, quienes controlan ahora territorios en el norte, este y oeste del país.
La hostilidad contra las prostitutas constituye posiblemente uno de los únicos puntos en común entre ambos bandos.
En enero, hombres armados mataron a 12 personas en un burdel de Zayuna y otras 12 en mayo de 2013.
"Todo el mundo tiene miedo. Aunque muera por ello, digo lo que me dicta mi corazón. Soy chiita y os digo que son grupos de chiitas (quienes han hecho eso). ¿Quién controla Bagdad sino ellos? Son más poderosos que la policía y cualquier otra autoridad", declara Hasan Asad, un taxista de 36 años.
Según Asad, "las prostitutas están aquí desde la época de Sadam (Husein). ¿Por qué creéis que ellas hacen eso? Porque encarcelaron a sus maridos, o los mataron. Ellas intentan dar de comer a sus hijos. ¿Cómo ha llegado Irak a esta situación?", se interroga.