Enrique, el marido de la reina de Dinamarca disconforme con su rol

DPA (Deutsche Press Agency-Agencia de Prensa Alemana)

Copenhague. - El príncipe Enrique de Dinamarca, esposo de la reina Margarita II y nacido en Francia, no ocultó sus puntos de vista personales sobre temas de la realeza, especialmente sus aspiraciones a un título de mayor prominencia.

Durante su matrimonio con Margarita, el príncipe consorte batalló reiteradamente con los límites de su título, definido por la ley como esposo de la reina y no un monarca de pleno derecho.
Enrique murió anoche en el Palacio Fredensborg, a unos 40 kilómetros al norte de Copenhague, según lo dio a conocer la casa real en un comunicado a primera hora de este miércoles. La reina y sus dos hijos, Federico y Joaquín, estaban a su lado.
"Su alteza real el príncipe Enrique murió pacíficamente mientras dormía el 13 de febrero a las 23:18 horas en el Palacio Fredensborg", apuntó.
Había nacido el 11 de junio de 1934 como conde Henri Marie Jean André de Laborde de Monpezat en Talence, al sudoeste de Francia.
Sus primeros cinco años los pasó en Vietnam con sus padres, luego estudió derecho y ciencias políticas en La Sorbona en París, al igual que chino y vietnamita en la Ecole Nationale des Langues Orientales.
Durante su servicio militar, Enrique se desempeñó en la infantería en Argelia entre 1959 y 1962 y luego se sumó al Ministerio de Relaciones Exteriores francés, con puestos en el departamento de Asia y la embajada francesa en Londres.
Entonces conoció en 1965 a la princesa heredera Margarita durante una fiesta en Londres, donde ella estudiaba.
En sus memorias relató que sintió una atracción por la joven y que ella era buena en mantener una fluida conversación. Volvieron a verse al año siguiente, durante un casamiento en Escocia, y él posteriormente la invitó a una cena privada.
La reina luego diría que "entonces se dio cuenta de cuán locamente lo amaba", destacando que ella apreciaba su buen aspecto y él la tomaba seriamente.
Al contraer matrimonio con ella en 1967, se convirtió al luteranismo y adoptó el nombre de Enrique (Henrik en danés).
Ella ascendió al trono en 1972. Tuvieron dos hijos, Federico, nacido en 1968, y Joaquín, en 1969.
Tanto él como la reina aseguraron que les habría gustado pasar más tiempo juntos y con sus hijos, pero se vieron coartados por las múltiples tareas oficiales a partir de que Margarita se convirtiera en monarca.
Ambos compartían el interés por las artes y la cultura. Él publicó varias colecciones de poesía, algunas de ellas ilustradas por la reina, así como libros sobre cocina y sus memorias.
Con el paso de los años, el príncipe no ocultó que deseaba un rol y título más importantes, pese a que esto no era posible bajo la Constitución danesa, que claramente establece que la reina es la monarca.
En algunas entrevistas dijo que prefería ser conocido como el "rey" y también llegó nuevamente a los titulares de la prensa en 2002, cuando se mostró disconforme al quedar tercero en la línea de sucesión al trono detrás de su hijo, el príncipe heredero Federico.
En agosto de 2017 causó sorpresa cuando anunció que no sería enterrado en la Catedral Roskilde junto a la reina en un sarcófago especial, lo que fue visto como un quiebre de la tradición. La reina, por su parte, dijo que no cambiaría sus planes funerarios.
Sin embargo, el palacio afirmó que él deseaba ser enterrado en Dinamarca.
Al mes siguiente, la casa real anunció que el príncipe sufría demencia. Enrique abandonó la mayoría de sus tareas públicas ya en 2016, incluyendo el título de príncipe consorte.
La pareja real celebró su aniversario de bodas de oro de forma privada en 2017.


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