"Todos los dirigentes del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) consideran ahora que cualquier crítica democrática es un ataque contra el Estado", dijo Gülen en una tribuna del diario estadounidense The New York Times.

Para el imán, que vive en Estados Unidos desde 1999, esta forma de recibir las críticas "esta llevando al país al totalitarismo". 

Gülen, de 73 años, fue durante mucho tiempo aliado de Erdogan pero se alejó de él desde hace un año y medio. Por su parte, el presidente turco, que fue primer ministro desde 2003 y fue elegido jefe de Estado en agosto pasado, acusa al imán de haber constituido un "Estado dentro del Estado" y de querer derrocarlo.

Además el imán deplora que Erdogan desperdiciara una "oportunidad histórica" para que Turquía fuera un país democrático y entrara en la Unión Europea. 

"Espero que ellos [los ciudadanos turcos] ejerzan sus derechos legales y democráticos para retomar el futuro del país", dijo en referencia a las legislativas previstas para junio. 

Tras verse salpicado por un escándalo de corrupción hace un año, Erdogan realizó varias purgas de policías, magistrados y altos funcionarios que fueron acusados ser cercanos a Gülen.