"Europa está igual que en los años veinte y treinta"
Público, Madrid, España
Miedo a los espejos (Alianza) se publicó en 1992, pero es ahora cuando aparece por primera vez en castellano. En esta novela, Tariq Ali (Pakistán, 1943), intelectual marxista, escritor, cineasta e historiador, recrea a partir del asesinato de un agente británico la caída de las ideas de izquierdas.
A mediados del siglo XX, Europa vivió en la medianoche. En los años veinte y treinta, surgieron figuras como Hitler, Mussolini y Franco, pero también había un grupo de jóvenes idealistas y progresistas que se vieron sepultados por estas políticas fascistas.
¿Hemos vuelto a caer en una época oscura? En Europa, triunfa la derecha.
Ahora estamos en una época crepuscular. La mayoría de los líderes europeos son prisioneros del capitalismo y no son capaces de ofrecer nada más. La única excepción es América Latina, donde tenemos líderes que están activando otras políticas.
¿Por qué esta diferencia?
En Europa, el movimiento obrero aceptó el sistema del neoliberalismo porque creyó que no había otra alternativa tras la caída del comunismo. El triunfo de la izquierda en América Latina es el resultado de la clase obrera que se opone al liberalismo.
Sin embargo, han pasado 20 años de la caída del muro y ya hay mucho movimiento de ONG progresistas.
Las ONG son un movimiento demasiado atomizado como para desarrollar una oposición coherente y estructurada.
¿Será la crisis económica la que se encargue de cambiar las cosas en Europa?
Al menos va a provocar un debate. Cuando fracasen las políticas de Obama, habrá un debate entre el capitalismo neoliberal y el capitalismo de utilidad pública. El problema es que los partidos de izquierda han aceptado el capitalismo neoliberal y eso ha hecho que la gente no esté dispuesta a votarles.
En España, está el PSOE.
Sí y yo prefiero a Zapatero antes que a Felipe González. Zapatero tuvo una postura fuerte con respecto a Irak. Además, en cuestiones de política social y cultural, lucha con más fuerza contra la derecha que sus colegas socialistas de Europa.
Si el PSOE aplica políticas neoliberales en economía y progresistas en temas sociales, ¿eso significa ser de izquierdas?
No, porque con esas políticas no basta. El corazón de un país es la economía. Con la crisis mundial que se vive hoy, lo que se debería hacer es dejar de dar ayudas a los bancos e invertir en servicios públicos.
¿Hay atisbos de que esto ocurra?
De momento, no y por eso la Unión Europea es cada vez más impopular.
¿Y dónde está la voz de los intelectuales de izquierda?
Los intelectuales de izquierda están muy desmoralizados. Además, han surgido dos corrientes, los críticos y los mediáticos. Estos son los que se dedican a escribir en los periódicos, salir en la radio y en la televisión, y lo único que hacen es apoyar al sistema con sus intervenciones.
Los partidos de izquierda cada vez tienen menos diputados en Europa. ¿Pueden llegar a desaparecer?
Sí, hay un riesgo real si no encuentran un nuevo punto de vista porque también hay un riesgo muy fuerte de que suba la extrema derecha.
¿Los partidos de izquierda podrán lograrlo?
Ahora mismo, en Europa, se vive una situación muy peligrosa. Hay cada vez más ataques a las minorías. Necesitamos una alternativa ya porque estamos en una situación similar a la de los años veinte y treinta, a la que se suma una ola de islamofobia generalizada.