Ex guerrillero de las FARC detenido suspende huelga de hambre
DPA (Deutsche Press Agency-Agencia de Prensa Alemana)
Bogotá. - Uno de los principales dirigentes del partido político creado por la ex guerrilla colombiana de las FARC, Seuxis Hernández, suspendió hoy la huelga de hambre que había iniciado el 9 de abril, cuando fue detenido por un pedido de extradición de Estados Unidos.
Hernández, más conocido por el alias de "Jesús Santrich", escribió una carta para anunciar que levantaba su protesta dos días después de que un tribunal creado en el marco del acuerdo de paz entre el Gobierno y el otrora grupo guerrillero suspendiera temporalmente el trámite de extradición.
El ahora dirigente del partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) fue detenido por solicitud de una corte de Nueva York que lo vincula con el envío a Estados Unidos de un cargamento de diez toneladas de cocaína del cartel mexicano de Sinaloa.
El ex guerrillero asegura que es inocente y que su captura es un "montaje" de Estados Unidos para obstaculizar el cumplimiento del acuerdo de paz firmado en noviembre de 2016 por el Gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
Un dirigente del partido de la ex guerrilla, Jairo Estrada, divulgó la carta escrita por "Santrich", en la cual éste asegura que su situación "es un accidente calculado, extensible a cualquier cuadro político de la FARC que de no ponerle freno puede conducir el proceso de paz en forma definitiva por el despeñadero".
"Bajo el entendido de la naturaleza política de mi causa, he tomado la decisión de suspender transitoriamente mi huelga de hambre", dijo "Santrich".
Estrada indicó que "Santrich" está en una condición estable, aunque perdió 16 kilos de peso desde que fue capturado. Desde el 9 de abril, día de su arresto, el dirigente de la FARC se negó a consumir alimentos sólidos y únicamente bebió líquidos.
La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), el sistema de justicia transicional creado por el Gobierno y las FARC para el juzgamiento de los ex guerrilleros y otros actores del conflicto armado, ordenó el jueves pasado la suspensión del trámite de extradición de "Santrich" en una medida que causó controversia.
Los ministros del Interior y de Justicia, Guillermo Rivera y Enrique Gil, respectivamente, expidieron un comunicado para indicar que la JEP solo debía haberse pronunciado sobre el tema después de que Estados Unidos enviara la solicitud formal de extradición, lo cual no ha ocurrido aún.
Por su parte, el fiscal general, Néstor Humberto Martínez, pidió la intervención de la Procuraduría General para que determine si es procedente la apertura de una investigación disciplinaria contra los magistrados de la JEP.
Tras permanecer detenido varios días en la sede central de la Fiscalía General, "Santrich" fue trasladado a una cárcel de Bogotá, en la que estuvo hasta el 26 de abril, cuando fue llevado a un hospital por quebrantos de salud derivados de su deficiente alimentación.
La semana pasada fue trasladado a una sede del Episcopado colombiano, que intervino en el caso argumentando razones humanitarias para que el detenido suspendiera la huelga de hambre.
La Fiscalía argumenta que ordenó el arresto de "Santrich" porque la corte de Nueva York que lo solicita para juzgarlo dice que el delito se habría cometido a mediados del año pasado, después de la firma del acuerdo de paz, por lo que no puede ser cobijado por los beneficios penales que se desprenden del pacto.
El ahora dirigente del partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) fue detenido por solicitud de una corte de Nueva York que lo vincula con el envío a Estados Unidos de un cargamento de diez toneladas de cocaína del cartel mexicano de Sinaloa.
El ex guerrillero asegura que es inocente y que su captura es un "montaje" de Estados Unidos para obstaculizar el cumplimiento del acuerdo de paz firmado en noviembre de 2016 por el Gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
Un dirigente del partido de la ex guerrilla, Jairo Estrada, divulgó la carta escrita por "Santrich", en la cual éste asegura que su situación "es un accidente calculado, extensible a cualquier cuadro político de la FARC que de no ponerle freno puede conducir el proceso de paz en forma definitiva por el despeñadero".
"Bajo el entendido de la naturaleza política de mi causa, he tomado la decisión de suspender transitoriamente mi huelga de hambre", dijo "Santrich".
Estrada indicó que "Santrich" está en una condición estable, aunque perdió 16 kilos de peso desde que fue capturado. Desde el 9 de abril, día de su arresto, el dirigente de la FARC se negó a consumir alimentos sólidos y únicamente bebió líquidos.
La Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), el sistema de justicia transicional creado por el Gobierno y las FARC para el juzgamiento de los ex guerrilleros y otros actores del conflicto armado, ordenó el jueves pasado la suspensión del trámite de extradición de "Santrich" en una medida que causó controversia.
Los ministros del Interior y de Justicia, Guillermo Rivera y Enrique Gil, respectivamente, expidieron un comunicado para indicar que la JEP solo debía haberse pronunciado sobre el tema después de que Estados Unidos enviara la solicitud formal de extradición, lo cual no ha ocurrido aún.
Por su parte, el fiscal general, Néstor Humberto Martínez, pidió la intervención de la Procuraduría General para que determine si es procedente la apertura de una investigación disciplinaria contra los magistrados de la JEP.
Tras permanecer detenido varios días en la sede central de la Fiscalía General, "Santrich" fue trasladado a una cárcel de Bogotá, en la que estuvo hasta el 26 de abril, cuando fue llevado a un hospital por quebrantos de salud derivados de su deficiente alimentación.
La semana pasada fue trasladado a una sede del Episcopado colombiano, que intervino en el caso argumentando razones humanitarias para que el detenido suspendiera la huelga de hambre.
La Fiscalía argumenta que ordenó el arresto de "Santrich" porque la corte de Nueva York que lo solicita para juzgarlo dice que el delito se habría cometido a mediados del año pasado, después de la firma del acuerdo de paz, por lo que no puede ser cobijado por los beneficios penales que se desprenden del pacto.