AFP (Agencia France-Presse)
TÚNEZ. - El gobierno tunecino extraditó este domingo en secreto al ex primer ministro libio Al Bagdadi Al Mahmudi, a Trípoli, donde fue encarcelado de inmediato, provocando una crisis interna sin precedentes con la presidencia de Túnez, que no había aprobado esta decisión.
Mahmudi, de 67 años y encarcelado en Túnez desde el 21 de septiembre, "fue extraditado esta mañana (domingo)", declaró a la AFP Kazdaghli Ridha, portavoz del jefe de gobierno tunecino, el islamista Hamadi Jebali.
Mahmudi está ahora en prisión en Libia, dijo a su vez, por la tarde, el primer ministro libio, Abdel Rahim al Kib. "Luego de intensos esfuerzos diplomáticos por parte del gobierno interino libio (...), el gobierno de Libia recibió hoy a Al Bagdadi Al Mahmudi", precisó.
"El acusado es bien tratado, de acuerdo con las enseñanzas de nuestra religión y las normas internacionales de derechos humanos", dijo.
La noche del domingo, la presidencia de Túnez denunció la extradición "ilegal" hacia Libia del ex primer ministro libio y acusó al islamista Jebali, de haber actuado "fuera de sus prerrogativas".
"La Presidencia de la República expresa su rechazo a la decisión del jefe de gobierno de extraditar al Sr. Mahmudi y considera que esta decisión es ilegal, sobre todo porque fue tomada en forma unilateral y sin concertación con el Presidente de la República", señala una declaración del portavoz del presidente tunecino, Monsef Marsuki.
"La decisión de extradición, firmada por el jefe del gobierno tunecino, constituye una clara violación de los compromisos internacionales de nuestro país y ante la ONU", subraya la presidencia, que recuerda que "el Alto Comisariado de la ONU para los Refugiados había pedido a Túnez no extraditar al Sr. Mahmudi antes de su decisión sobre su solicitud de asilo político".
La extradición del ex primer ministro libio "pone en peligro la imagen de Túnez en el mundo", agrega el texto.
"La presidencia responsabiliza al jefe de gobierno de todo lo que pueda ocurrir después de la extradición y de los eventuales daños a la integridad física y moral del Sr. Mahmudi", señala el comunicado.
Anteriormente, una fuente de la presidencia había anunciado la extradición, manifestando su asombro de que "el gobierno tunecino haya tomado sólo la decisión (...), sin considerar la opinión de la presidencia.
"El presidente Monsef Marsuki no firmó ningún decreto. Esta decisión tendrá repercusiones en las relaciones entre la presidencia y el gobierno", declaró a la AFP el consejero de Marsuki, Adnen Manser, evocando "una crisis grave".
Marsuki se encuentra actualmente en el sur tunecino para la conmemoración del 70 aniversario del ejército, y su gabinete se reunió para examinar la respuesta a la decisión gubernamental, agregó.
Primer ministro hasta los últimos días del régimen de Gadafi, Al Mahmudi fue detenido el 21 de septiembre en Túnez cuando trataba de llegar a Argelia.
Trípoli solicitó en dos ocasiones su extradición.
La justicia tunecina había respondido favorablemente a esta demanda, pero la extradición, cuestionada por organizaciones de defensa de los derechos humanos, había permanecido en espera.
El presidente Marsuki había afirmado "su oposición de principio" a esa extradición, reclamando garantías del lado libio sobre el respeto de los derechos humanos y un proceso justo para Al Mahmudi.
El jefe del gobierno tunecino, Hamadi Jebali, había afirmado por su parte, luego de esta declaración, que la decisión de extradición era "irrevocable" y no necesitaba la firma del presidente de la República.
Para justificar su decisión, en su comunicado, el gobierno se apoya también en su decisión sobre "el informe de la comisión tunecina que viajó recientemente a Tripoli y concluyó que las condiciones de un proceso imparcial estaban reunidas".