AFP (Agencia France-Presse)
PARÍS. - El expresidente francés de derecha Nicolas Sarkozy, derrotado en 2012 por el actual mandatario socialista François Hollande, anunció el viernes su regreso a la política, con el objetivo implícito de reconquistar la presidencia en 2017.
"Amo demasiado a Francia, estoy demasiado apasionado por el debate público y el futuro de mis compatriotas", afirmó en Facebook para justificar su iniciativa el exmandatario (2007-2012), que había anunciado que abandonaba la política tras su derrota de 2012.
Tras una "profunda reflexión", el exmandatario afirma esta "decidido a proponer a los franceses una nueva opción política" y anuncia su candidatura a la presidencia de su partido Unión por un Movimiento Popular (UMP) que debe ser votada en noviembre.
Sarkozy posee una energía a toda prueba, que sus múltiples implicaciones en casos judiciales no han disminuido.
Personalidad polémica, querido o detestado, Nicolas Sarkozy, de 59 años de edad, dio a entender en su momento que se considera el único político capaz de "salvar" a Francia.
Más allá del combate contra Hollande, frente al cual perdió la elección de 2012, Sarkozy tendrá que enfrentarse ahora también a otros dirigentes que tienen ambiciones presidenciales dentro de la UMP, empantanada en una profunda crisis desde su derrota en esos comicios.
Pese a que Sarkozy había declarado a principios de 2012 que, en caso de derrota, "no oirán hablar más de mí", en Francia no se ha dejado de oír hablar de él en los últimos dos años.
Así ha sido en el terreno político, a través de declaraciones de sus allegados o de mensajes destinados a preparar su regreso. Pero también, y sobre todo, en el dominio judicial, dado que el expresidente ha sido citado en media docena de causas y fue inculpado en julio pasado de tráfico de influencia con un magistrado.
Varias casos incluyen investigaciones relativas al financiamiento de su campaña presidencial de 2012. El avance de esas investigaciones plantea el riesgo de afectar su futuro político.
- Ambición, dinero y vida privada -
Aunque se dedicó desde 2012 a dar conferencias internacionales sumamente bien remuneradas en Londres, Ammán o Nueva York, como muchos otros exestadistas, Sarkozy no puso nunca verdaderamente entre paréntesis la política francesa.
Y su visibilidad en los medios de información es favorecida por la pareja que forma con la cantante Carla Bruni, a la sombra de la cual aparece en los conciertos que ella da en Francia o en el extranjero.
Nacido el 28 de enero de 1955, abogado de formación, Sarkozy atravesó todos los obstáculos que encontró en su carrera política. Empezó a militar en el partido gaullista a los 19 años, fue alcalde del elegante suburbio de París Neuilly-sur-Seine a los 28 años, diputado a los 34, ministro a los 38 y jefe de Estado a los 52 años, en 2007.
Un hombre ambicioso "que no duda de nada y sobre todo no de sí mismo", dijo de él el expresidente Jacques Chirac, su primer mentor.
Su vida privada fue ampliamente desplegada públicamente. Se ha denunciado su relación con el dinero y los poderosos, y su vida sentimental, a veces puesta en escena, hizo correr ríos de tinta en la prensa.
Siendo ya padre de dos hijos de un primer matrimonio, Nicolas Sarkozy fue el primer presidente francés que se divorció, volvió a casarse y tuvo un hijo durante su mandato.
En cambio, es el segundo que tiene problemas con la justicia. Su predecesor Jacques Chirac fue condenado en 2011 a dos años de prisión condicional por malversación de fondos públicos en un caso de empleos falsos en la alcaldía de París, cuando ocupaba el cargo de alcalde.