AFP (Agencia France-Presse)
LA HABANA. - La guerrilla comunista de las FARC y el gobierno colombiano cerraron anticipadamente este viernes sus negociaciones sobre drogas ilícitas, tercero de los seis puntos de la agenda de paz, el mismo día que las FARC y el ELN decretaron una tregua unilateral debido a las elecciones generales del 25 de mayo.
La cancillería cubana citó a la prensa extranjera a las 17H00 locales de este viernes (21h00 GMT) para cubrir "el cierre del tema de la agenda (drogas ilícitas) y del ciclo en las conversaciones de paz entre el Gobierno y las FARC de Colombia", lo que estaba previsto originalmente para el 22 de mayo.
El tema de drogas es el tercero de los seis puntos de la agenda de paz, después de que ambas partes consensuaran los dos primeros -reforma rural (mayo de 2013) y participación política (noviembre de 2013)- en las negociaciones de paz de La Habana, iniciadas en noviembre de 2012.
El cierre anticipado de la discusión fue anunciado pocas horas después de que las FARC y el ELN decretaran una tregua unilateral de ocho días, a partir del 20 de mayo, por las elecciones presidenciales del día 25.
"Ordenamos a todas nuestras unidades cesar cualquier acción militar ofensiva contra las Fueras Armadas del Estado o la infraestructura económica, a partir de las 00:00 horas del martes 20 de mayo hasta las 24:00 horas del miércoles 28 de mayo", dijo Pablo Catatumbo, uno de los delegados de las FARC en las pláticas de paz.
"La insurgencia no cree en el régimen electoral colombiano (...), sin embargo consideramos que un clamor nacional merece ser atendido", expresó Catatumbo al explicar la decisión, agregando que "lo hacemos como luz de esperanza para un cese del fuego bilateral".
Esta es la tercera tregua que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la mayor guerrilla de ese país, decretan en forma unilateral desde que comenzó el proceso de paz con el gobierno en 2012 para acabar con un conflicto de medio siglo, y la primera que pactan ambos grupos rebeldes en conjunto.
El Ejército de Liberación Nacional (ELN) ha manifestado su intención de iniciar negociaciones de paz con el gobierno.
- Gobierno: "No los vamos a dejar de perseguir" -
Sin embargo, el gobierno colombiano rechazó de inmediato sumarse a la tregua anunciada por las dos guerrillas, tal como ha hecho anteriormente.
"No los vamos a dejar de perseguir simplemente porque hagan el favor de dejar de cometer uno de los tantos delitos que cometen", dijo el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, en la ciudad de Cartagena.
El presidente colombiano Juan Manuel Santos, quien busca ser reelecto en la presidencia en las elecciones del 25 de mayo, se ha negado a sumarse a las treguas unilaterales ordenadas por las FARC en noviembre de 2012 (60 días, al inicio de las negociaciones) y diciembre de 2013 (30 días, por Navidad), aduciendo que los rebeldes usarían un cese del fuego bilateral para fortalecerse militarmente.
Catatumbo dijo que la tregua fue acordada por los comandantes máximos de ambas guerrillas izquierdistas, Nicolás Rodríguez del ELN y Timoleón Jiménez de las FARC.
Luego del cierre anticipado del punto sobre drogas, el gobierno y las FARC harán un receso en los diálogos de paz hasta después de las elecciones.
Los temas pendientes de la agenda son abandono de las armas, víctimas y el mecanismo de refrendación de un eventual acuerdo de paz que ponga fin a un conflicto armado de medio siglo que ha dejado unos 600.000 muertos y tres millones de desplazados.
Por su parte, el jefe negociador de las FARC, Iván Márquez, rechazó las acusaciones del candidato presidencial derechista Oscar Iván Zuluaga, quien atribuyó a las FARC un atentado que dejó a dos adolescentes muertos y herido a un policía en Tumaco (sur de Colombia), y llamó a Santos a "que se levante de inmediato de la mesa de negociaciones con las FARC en La Habana", según medios colombianos.
"Hay cosas muy trascendentales como para hacer eco a informaciones de enemigos de la paz que sin ninguna base sólida difunden noticias de manera irresponsable", señaló Márquez.
Zuluaga, del partido del expresidente conservador Alvaro Uribe (2002-2010), se opone a las negociaciones de paz de La Habana.