Fabricio Alvarado, el predicador evangélico que quiere ser presidente
DPA (Deutsche Press Agency-Agencia de Prensa Alemana)
San José. - Fabricio Alvarado, un predicador evangélico de 43 años de edad, quiere ser el nuevo presidente de Costa Rica y es el principal favorito para ganar la segunda ronda electoral que se realizará el domingo en este país centroamericano.
También periodista y cantante de música cristiana, Alvarado se convirtió en la gran sorpresa de la primera ronda efectuada el 4 de febrero, al salir victorioso contra todos los pronósticos con el 24,9 por ciento de los votos, insuficientes para haberse convertido, en primera instancia, en el próximo mandatario costarricense.
Sus adversarios lo califican como un "fundamentalista religioso", pues gran parte de su caudal electoral proviene de las iglesias y movimientos pentecostales, con gran auge en los últimos años en Costa Rica.
Igual que su rival en esta segunda ronda, el oficialista Carlos Alvarado, subió como las espumas en las encuestas en vísperas de los comicios del 4 de abril.
Un factor que pareció catapultarlo fue una resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), que ordenó a sus estados miembros, incluida Costa Rica, garantizar los derechos de la comunidad LGTBI (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales), incluida la posibilidad de contraer matrimonio.
Esta resolución provocó una encendida polémica en la conservadora sociedad costarricense y se ha convertido en el principal tema de la campaña electoral, tanto en la primera como en la segunda ronda.
Alvarado, un férreo opositor a la adopción de medidas a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo, fecundación in vitro, aborto e ideología de género, ha amenazado incluso con retirar a Costa Rica de la Corte IDH, cuya sede está en San José, si el país es obligado a acatar la resolución del 9 de enero.
El predicador se proclama defensor a ultranza de la familia tradicional.
Con su eslogan "Con las manos Limpias", promete, de llegar al Gobierno, combatir la corrupción, endurecer acciones contra los delincuentes y el narcotráfico y combatir la pobreza, situada en aproximadamente un 20 por ciento.
Dos recientes encuestas de opinión lo colocan arriba en las preferencias del electorado.
Una del Centro de Investigaciones Políticas de la estatal Universidad de Costa Rica (CIEP) le otorga un punto sobre su rival, Carlos Alvarado. Sin embargo, el CIEP explica que tan poca distancia debe interpretarse como un empate técnico.
Otro reciente sondeo de una firma privada le atribuye hasta doce puntos arriba. El domingo se sabrá si Fabricio será o no el próximo gobernante de Costa Rica.
Sus adversarios lo califican como un "fundamentalista religioso", pues gran parte de su caudal electoral proviene de las iglesias y movimientos pentecostales, con gran auge en los últimos años en Costa Rica.
Igual que su rival en esta segunda ronda, el oficialista Carlos Alvarado, subió como las espumas en las encuestas en vísperas de los comicios del 4 de abril.
Un factor que pareció catapultarlo fue una resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), que ordenó a sus estados miembros, incluida Costa Rica, garantizar los derechos de la comunidad LGTBI (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales), incluida la posibilidad de contraer matrimonio.
Esta resolución provocó una encendida polémica en la conservadora sociedad costarricense y se ha convertido en el principal tema de la campaña electoral, tanto en la primera como en la segunda ronda.
Alvarado, un férreo opositor a la adopción de medidas a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo, fecundación in vitro, aborto e ideología de género, ha amenazado incluso con retirar a Costa Rica de la Corte IDH, cuya sede está en San José, si el país es obligado a acatar la resolución del 9 de enero.
El predicador se proclama defensor a ultranza de la familia tradicional.
Con su eslogan "Con las manos Limpias", promete, de llegar al Gobierno, combatir la corrupción, endurecer acciones contra los delincuentes y el narcotráfico y combatir la pobreza, situada en aproximadamente un 20 por ciento.
Dos recientes encuestas de opinión lo colocan arriba en las preferencias del electorado.
Una del Centro de Investigaciones Políticas de la estatal Universidad de Costa Rica (CIEP) le otorga un punto sobre su rival, Carlos Alvarado. Sin embargo, el CIEP explica que tan poca distancia debe interpretarse como un empate técnico.
Otro reciente sondeo de una firma privada le atribuye hasta doce puntos arriba. El domingo se sabrá si Fabricio será o no el próximo gobernante de Costa Rica.