Falleció Claude Chabrol, uno de los inventores de la "Nouvelle Vague"
AFP, Agence France-Presse
PARÍS, (AFP) - El cineasta francés Claude Chabrol, uno de los inventores de la revolucionaria Nouvelle Vague (Nueva Ola) junto con Jean-Luc Godard y François Truffaut a finales de la década de los 50, falleció este domingo a los 80 años.
Claude Chabrol
Chabrol era uno de los directores de cine más populares de Francia, donde se apreciaba su humor negro y su ironía.
El director de "Le Beau Serge" (El Bello Sergio, 1957), "Violette Nozière" (1978), "La Cérémonie" (La Ceremonia, 1995) o "Merci pour le chocolat" (Gracias por el chocolate, 2000) nació el 24 de junio de 1930 en París.
Trabajó primero para la compañía Fox, donde puso títulos, a veces descabellados, a las versiones francesas de películas estadounidenses.
Más tarde, junto a otros jóvenes tan talentosos y rebeldes como él, se convirtió en crítico de las revistas "Cahiers du cinéma" y "Arts". Desde ese púlpito denunciaban el academicismo y la rigidez algo siniestra del cine francés.
Se lanzó al cine gracias a una herencia de su primera esposa (se casó tres veces), con la que financió "El Bello Sergio", su primera película y la primera también con peso de la Nouvelle Vague. Décadas después, Chabrol definió la obra, que narra la historia de dos amigos de infancia con destinos diferentes, de "insoportable".
Una sentencia severa, aunque la verdad es que se esmeró más con su segunda película de la Nueva Ola, hecha con poco presupuesto y actores desconocidos: "Les cousins" (Los Primos), con la que consiguió varias recompensas por su desenvoltura.
Los historiadores del cine estiman que, por aquel entonces, Chabrol era mejor que Truffaut, algo egocéntrico, y que Godard, demasiado negligente con la técnica.
Pero Chabrol se alejó de la Nouvelle Vague para dedicarse en la década de 1960-70 (la peor de su carrera a nivel creativo) a un cine clásico, al que incluso se podría calificar de comercial. Será cada vez menos "comprometido". "Honestamente transformé menos la cara del cine mundial que Godard", estimó hace poco Chabrol, que lo achacaba a su individualismo.
Los críticos lo describen como un hombre muy inteligente, muy culto, muy pesimista y que a veces se inclinaba por la facilidad.
Lo cierto es que al final de los años 60, este cineasta para quien "comer y trabajar bien son lo mismo", desplegó todo su talento rodando peliculones como "Le boucher" (El Carnicero, 1970), uno de los primeros que dejaron huella en el cine.
Su gusto por la buena mesa lo acompañaba hasta el plató. Antes de rodar ofrecía una comida a los actores "para ver si no se había equivocado", como solía contar él.
El fallecimiento de este maestro del cine suscitó reacciones en el mundo cultural y político.
Para el presidente francés Nicolas Sarkozy, Chabrol era "un gran autor y un gran cineasta. De Balzac tenía la finura de su pintura social. De Rabelais, su humor y seguramente también su truculencia, pero era sobre todo él mismo, tanto en sus películas como en su vida".
Un "analista sutil, divertido y feroz de la sociedad y de sus lacras", apuntó el ministro de Cultura francés, Fréderic Mitterrand.