Fin de una era: ETA anuncia su disolución
DPA (Deutsche Press Agency-Agencia de Prensa Alemana)
Ginebra/Madrid. - ETA, último grupo armado de Europa, anunció hoy su disolución y dio por terminado su "ciclo histórico" tras más de medio siglo de violencia terrorista en España, según una declaración presentada por mediadores internacionales en Ginebra y criticada tanto por Madrid como por asociaciones de víctimas.
El texto titulado "Declaración final de ETA al pueblo vasco" fue difundido en la prensa junto con un audio del histórico dirigente etarra "Josu Ternera", prófugo desde hace 15 años, leyéndolo en tres idiomas. Mañana se celebrará una conferencia internacional en la localidad francesa de Cambo-les-Bains para avanzar en el proceso.
Seis años y medio después de poner fin a la violencia armada y un año después de entregar las armas, ETA dio así el último paso para cerrar uno de los capítulos más oscuros en la historia de España con 853 muertos, miles de heridos y secuestros, atentados, extorsiones y sabotajes.
"ETA, organización socialista revolucionaria vasca de liberación nacional, quiere informar al Pueblo Vasco del final de su trayectoria", comienza el comunicado presentado por miembros de la Fundación Henri Dunant, organismo con sede en Ginebra centrado en la resolución de conflictos.
ETA asegura que "ha desmantelado totalmente el conjunto de sus estructuras" y que "da por concluida toda su actividad", si bien insiste en que ex miembros seguirán "con su lucha" por una patria vasca "reunificada, independiente" y socialista.
"Esta última decisión la adoptamos para favorecer una nueva fase histórica. ETA surgió de este pueblo y ahora se disuelve en él", concluye la declaración de seis párrafos. El texto acaba así con el verbo clave que muchos esperaban leer: disolverse. Evita en cambio cualquier mención a otro aspecto clave: las víctimas.
Se espera que luego se difunda el video en el que el histórico etarra "Josu Ternera", condenado por diversos crímenes y prófugo desde 2003, lee el texto a cara descubierta.
ETA, siglas de "Euskadi ta Askatasuna" (Patria Vasca y Libertad, en vasco), nació en 1959 en plena dictadura franquista (1939-1975) con la reivindicación central de crear un Estado vasco independiente formado por las regiones vascas del norte de España, la vecina Navarra y el sur de Francia.
En esa "lucha armada" mató a 853 personas, según cifras del Ministerio del Interior, y dejó acciones que marcaron la historia de España como el asesinato del entonces presidente del Gobierno Luis Carrero Blanco con un coche bomba en 1973 o la colocación de una bomba que dejó 21 muertos en un supermercado de Barcelona en 1987.
Tras varios intentos frustrados de negociación y treguas quebradas, ETA anunció su adiós unilateral a las armas en 2011, poco antes de la llegada del conservador Mariano Rajoy al Gobierno. Desde entonces no volvió a matar.
El grupo intentó negociar su desarme y su final, pero la negativa tajante de los Gobiernos de España y Francia a ofrecer contrapartidas y las continuas detenciones de sus sucesivos líderes llevaron a ETA a escenificar la entrega de sus armas en abril de 2017 y a tomar hoy el paso definitivo de la disolución.
Manteniendo su discurso inflexible, Rajoy tacho de "palabrería" el final de ETA. "ETA ha sido derrotada por la acción del Estado de derecho y por la fortaleza de la democracia española. Esa es la única verdad que resplandece sobre tanta palabrería y comentario que estamos escuchando estos días", sentenció.
Rajoy insistió en que a ETA "no se le debe nada", rechazando así cualquier posibilidad de ceder a la última reivindicación de ETA y su entorno: el acercamiento al País Vasco de los cerca de 300 etarras presos en gran parte en cárceles alejadas de la región.
También las víctimas criticaron los últimos días los anuncios que apuntaban a la disolución de ETA. "Este no es el final que merecíamos", denunció el miércoles Consuelo Ordóñez, presidenta del Colectivo de víctimas del terrorismo Covite, al presentar un manifiesto titulado "ETA quiere poner el contador a cero".
La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) pidió al Gobierno poner fin al "paripé" de ETA y exigió al Gobierno poner fin a la "campaña de propaganda" del grupo armado. "Las víctimas estamos contemplando con dolor y estupor cómo se está permitiendo a ETA dirigir esta farsa", señaló en un comunicado.
Políticos de diversos partidos y autoridades del País Vasco celebraron en cambio como "positivo" el nuevo escenario, que equipararon a una "derrota" de ETA, mientras que el Ministerio de Exteriores francés consideró el fin de ETA "un gran éxito de la ejemplar cooperación antiterrorista" entre ambos países.
Seis años y medio después de poner fin a la violencia armada y un año después de entregar las armas, ETA dio así el último paso para cerrar uno de los capítulos más oscuros en la historia de España con 853 muertos, miles de heridos y secuestros, atentados, extorsiones y sabotajes.
"ETA, organización socialista revolucionaria vasca de liberación nacional, quiere informar al Pueblo Vasco del final de su trayectoria", comienza el comunicado presentado por miembros de la Fundación Henri Dunant, organismo con sede en Ginebra centrado en la resolución de conflictos.
ETA asegura que "ha desmantelado totalmente el conjunto de sus estructuras" y que "da por concluida toda su actividad", si bien insiste en que ex miembros seguirán "con su lucha" por una patria vasca "reunificada, independiente" y socialista.
"Esta última decisión la adoptamos para favorecer una nueva fase histórica. ETA surgió de este pueblo y ahora se disuelve en él", concluye la declaración de seis párrafos. El texto acaba así con el verbo clave que muchos esperaban leer: disolverse. Evita en cambio cualquier mención a otro aspecto clave: las víctimas.
Se espera que luego se difunda el video en el que el histórico etarra "Josu Ternera", condenado por diversos crímenes y prófugo desde 2003, lee el texto a cara descubierta.
ETA, siglas de "Euskadi ta Askatasuna" (Patria Vasca y Libertad, en vasco), nació en 1959 en plena dictadura franquista (1939-1975) con la reivindicación central de crear un Estado vasco independiente formado por las regiones vascas del norte de España, la vecina Navarra y el sur de Francia.
En esa "lucha armada" mató a 853 personas, según cifras del Ministerio del Interior, y dejó acciones que marcaron la historia de España como el asesinato del entonces presidente del Gobierno Luis Carrero Blanco con un coche bomba en 1973 o la colocación de una bomba que dejó 21 muertos en un supermercado de Barcelona en 1987.
Tras varios intentos frustrados de negociación y treguas quebradas, ETA anunció su adiós unilateral a las armas en 2011, poco antes de la llegada del conservador Mariano Rajoy al Gobierno. Desde entonces no volvió a matar.
El grupo intentó negociar su desarme y su final, pero la negativa tajante de los Gobiernos de España y Francia a ofrecer contrapartidas y las continuas detenciones de sus sucesivos líderes llevaron a ETA a escenificar la entrega de sus armas en abril de 2017 y a tomar hoy el paso definitivo de la disolución.
Manteniendo su discurso inflexible, Rajoy tacho de "palabrería" el final de ETA. "ETA ha sido derrotada por la acción del Estado de derecho y por la fortaleza de la democracia española. Esa es la única verdad que resplandece sobre tanta palabrería y comentario que estamos escuchando estos días", sentenció.
Rajoy insistió en que a ETA "no se le debe nada", rechazando así cualquier posibilidad de ceder a la última reivindicación de ETA y su entorno: el acercamiento al País Vasco de los cerca de 300 etarras presos en gran parte en cárceles alejadas de la región.
También las víctimas criticaron los últimos días los anuncios que apuntaban a la disolución de ETA. "Este no es el final que merecíamos", denunció el miércoles Consuelo Ordóñez, presidenta del Colectivo de víctimas del terrorismo Covite, al presentar un manifiesto titulado "ETA quiere poner el contador a cero".
La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) pidió al Gobierno poner fin al "paripé" de ETA y exigió al Gobierno poner fin a la "campaña de propaganda" del grupo armado. "Las víctimas estamos contemplando con dolor y estupor cómo se está permitiendo a ETA dirigir esta farsa", señaló en un comunicado.
Políticos de diversos partidos y autoridades del País Vasco celebraron en cambio como "positivo" el nuevo escenario, que equipararon a una "derrota" de ETA, mientras que el Ministerio de Exteriores francés consideró el fin de ETA "un gran éxito de la ejemplar cooperación antiterrorista" entre ambos países.