"Todos mis colegas y el público tienen que saber que a mí, como fiscal, se me impidió lanzar una investigación", afirmó en un comunicado Maummer Akkas.

Según el fiscal, la justicia recibe presiones a través de la policía.

Erdogan seguía este jueves intentando limitar las consecuencias negativas para su gobierno del escándalo de corrupción que motivó la remodelación de su gabinete.

Los ministros de Interior y Economía salientes estaban en el ojo del huracán tras la detención de un grupo de 24 personas, entre ellas sus hijos, en el marco de una amplia investigación anticorrupción.

En la noche del miércoles, miles de manifestantes pidieron la renuncia de todo el gobierno en varias ciudades del país, incluyendo a Estambul, Ankara y Esmirna (oeste) y se utilizaron de nuevo consignas usadas durante la ola de protestas sin precedente en el país en las primeras tres semanas de junio.