AFP (Agencia France-Presse)
SANA. - Las negociaciones del gobierno de Yemen con la insurgencia chiita han fracasado, declaró el domingo el portavoz de los emisarios del presidente, que habían presentado una propuesta para formar un gabinete de tecnócratas.
Los combatientes de Ansarulá, igualmente llamados "huthis", rechazaron "todas las propuestas que les presentamos (...) Parecen tener intenciones bélicas", declaró a la AFP el portavoz Abdul Malek al Mijlafi.
Este grupo chiita lucha contra las fuerzas del gobierno en las montañas del norte del país de forma intermitente desde 2004.
Para tratar de evitar una nueva oleada de violencia en el país, que vive una difícil transición política, el presidente Abd Rabo Mansur Hadi había invitado a los rebeldes al diálogo enviando emisarios al jefe de los insurgentes, Abdel Malek al Huthi, a su bastión de Saada, en el norte del país.
Sin embargo, esta semana los rebeldes "huthis" multiplicaron las sentadas y manifestaciones masivas reclamando la anulación de una reciente subida de los precios del carburante.
También pidieron la caída del gobierno de unidad nacional formado en diciembre de 2011, en virtud del acuerdo de transición que había permitido la salida del entonces presidente Ali Abdala Saleh.
La tensión se disparó el sábado con la llegada de varios miles de manifestantes chiitas, que se sumaron a un campamento establecido en una carretera que lleva al aeropuerto en el norte de Sanaa, barrio donde se encuentran entre otros los ministerios del Interior, la Comunicación y la Electricidad.
Las fuerzas de seguridad reforzaron su dispositivo de seguridad en este sector, posicionando vehículos blindados y estableciendo retenes en los alrededores de los campamentos rebeldes.
El grupo Ansarulá, que controla la región de Saada, es sospechoso de querer ampliar su zona de influencia en el futuro Estado federal que debería contar con seis provincias.
Los rebeldes huthis - pertenecientes al zaidismo, una rama del chiismo, mayoritario en el norte de Yemen cuando a escala nacional predominan los sunitas- llegaron en julio a la puertas de Saná al tomar la ciudad de Amran, de la que luego aceptaron retirarse.
Además de la rebelión chiita, Yemen, el país más pobre de la península arábiga, enfrenta la agitación de los separatistas en el sur y la violencia endémica de Al Qaida.