Titulada "Un fotógrafo al acecho", la exposición en el Jeu de Paume "busca dar a conocer la visión estética de Álvarez Bravo a través de su trabajo como fotógrafo y como cineasta, lo que nunca ha sido hecho antes", subrayó a la AFP una de sus curadoras, la mexicana Laura González Flores.
La exposición, que abre sus puertas el martes, se aleja de la visión "folclórica, exótica" que se tiene a veces en Europa del trabajo de Álvarez Bravo, y "ofrece una nueva visión" de la obra que realizó durante ocho décadas, señaló la directora del museo parisino, la española Marta Gil.
Articulada alrededor de ocho temas, la muestra presenta una selección de las imágenes más conocidas del maestro mexicano, como la impactante "Obrero en huelga asesinado" (1934), así como algunas de sus hermosas fotografías en color, que reflejan una de las constantes de su obra: la tensión entre lo que muestra la imagen, y lo que oculta, señaló la curadora.
Pero son los filmes experimentales realizados por Álvarez Bravo con cámaras de ocho milímetros o en super-8, que estaban guardados en los archivos de la familia, lo que quizá más llama la atención, porque no habían sido nunca antes mostrados al público.
González Flores recalcó, en el marco de esta presencia "inédita" de extractos de filmes, el documental "Recursos hidráulicos", jamás visto en público.
"Don Manuel", que trabajó para algunos de sus filmes con la cámara que usó el gran cineasta ruso Sergéi Eisenstein para filmar su mítica "Viva México!", rodó ese filme sobre la construcción de las represas en México entre 1948 y 1952, y desde entonces, estaba guardado en los archivos.
Para Gerardo Mosquera, otro de los curadores de esta exposición, que se presentará en febrero en Madrid, en la fundación MAPFRE, la fotografía de Álvarez Bravo, volcada hacia la modernidad, es "sobria, desnuda, minimalista".
"El fue un poeta de la abstracción, un fotógrafo al acecho, enraizado en la sensibilidad popular mexicana pero volcado hacia una visión moderna", explicó Mosquera a la AFP, durante la presentación a la prensa de la muestra, que concluye el 20 de enero.
El Jeu de Paume propone simultáneamente otras dos exposiciones, una consagrada al artista catalán Antoni Muntadas, considerado uno de los pioneros del arte conceptual y digital, y la otra dedicada a la artista portuguesa Filipa César, quien propone una mirada sobre la producción cinematográfica en Guinea Bisau.
Esta es la primera retrospectiva en Francia de Muntadas, cuya obra refleja "un compromiso con las problemáticas sociales y culturales contemporáneas", destacó Marta Gil.
Titulada "Entre/Between", la exposición, organizada por la curadora Daina Augatis, retraza 40 años de trayectoria artística.
Está organizada en nueve "constelaciones" temáticas organizadas alrededor de la noción de espacio, en las que Muntadas -uno de los artistas españoles contemporáneos con gran fama internacional - cuestiona ideas y conceptos, como el del miedo, el poder y los sistemas del arte.
"Es la curiosidad la que me ha llevado a explorar estos temas", confía el artista en una conversación en París, que esta semana estará invadida por el mercado del arte contemporáneo, al que él le dedica una de sus constelaciones.