Fuerzas turcas cruzan a Irak tras sangrientos ataques de rebeldes kurdos
AFP (Agencia France-Presse)
Ankara, Turquía. - Fuerzas especiales turcas ingresaron el martes en territorio iraquí, por primera vez en cuatro años, en pos de rebeldes kurdos que mataron a cerca de 30 soldados y policías, sumiendo cada vez más al país en la violencia.
Dos días después de una primera emboscada con explosivos, que provocó el domingo la muerte de 16 soldados en Daglica (sudeste), el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) llevó a cabo una operación similar este martes al alba, esta vez en la provincia de Igdir, en los confines de las fronteras de Turquía con Azerbaiyán, Armenia e Irán.
El ataque se saldó con 13 muertos y un herido, según las autoridades locales. Anteriormente se había informado de 14 muertos.
Desde el domingo por la noche, cazas F-16 y F-4 de la aviación turca han bombardeado varias veces las bases de retaguardia del PKK en las montañas del norte de Irak.
"Las fuerzas de seguridad turcas atravesaron la frontera iraquí en el marco del derecho de persecución contra terroristas del PKK que llevaron a cabo los recientes ataques" declaró a la AFP una fuente gubernamental que requirió el anonimato.
La operación será de "corta duración", agregó.
Los bombardeos aéreos y la operación de las fuerzas especiales provocaron la muerte de "un centenar de terroristas" del PKK, según la agencia de prensa Dogan, que cita a fuentes militares.
En un discurso muy firme, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan prometió el martes "no abandonar el país a los terroristas".
"No hemos abandonado y no abandonaremos esta nación a tres o cinco terroristas", advirtió Erdogan en un mensaje televisado. "Si Dios quiere, Turquía, que ha superado varias crisis, conseguirá deshacerse de la peste terrorista" añadió.
Su primer ministro Ahmet Davutoglu exhibió la misma firmeza en una ceremonia en Van (este) en honor de los 16 soldados muertos en Daglica.
"Por la unidad de esta nación (...), cada uno de los responsables de estos baños de sangre rendirá cuentas", dijo ante los ataúdes de los "mártires".
Este fue el ataque más sangriento desde que se reanudaron los enfrentamientos entre el ejército y los rebeldes kurdos, a fines de julio.
Esta escalada ha hecho añicos las conversaciones de paz iniciadas en 2012 para poner fin a un conflicto entre el Estado turco y los rebeldes kurdos que dejó unos 40.000 muertos desde 1984.
A fines de julio, el gobierno turco ordenó una serie de bombardeos aéreos contra las bases de los rebeldes kurdos en el norte de Irak, en represalia por los ataques rebeldes contra sus fuerzas de seguridad.
Sin embargo, el PKK liberó el martes a 20 ciudadanos turcos, 12 de ellos agentes de aduana, secuestrados en agosto durante combates con las fuerzas de seguridad en el este del país.
Según un último balance de la prensa progubernamental, estos enfrentamientos desde fines de julio han causado la muerte de un centenar de soldados o policías y de un millar de rebeldes.
Los últimos ataques del PKK han provocado tensiones entre los turcos y la comunidad kurda del país en varias ciudades. Cerca del 20% de los 76 millones de turcos son de origen kurdo y viven esencialmente en el sudeste del país.
Los locales del principal partido prokurdo, (HDP, Partido de la Democracia de los Pueblos) han sufrido ataques en varias ciudades.
Diputados de la formación afirmaron que seis civiles habían muerto el lunes en Cizre (sureste), sometida desde hace cinco días a un estricto toque de queda.
El líder del HDP, Selahattin Demirtas, lanzó un vibrante llamado a la calma. "Kurdos, turcos, acérquense unos a otros. La paz es la mejor medicina", dijo ante la prensa.
"Semejantes actos sólo sirven a los intereses del PKK, hay que evitarlos" dijo en su cuenta Twitter Huseyin Celik, un responsable del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), en el poder desde 2002.
Esta escalada preocupa, cuando faltan menos de dos meses para las elecciones legislativas anticipadas convocadas por Erdogan para el 1 de noviembre.
En los pasados comicios del 7 de junio, el AKP perdió la mayoría absoluta que tenía en los últimos 12 años en el parlamento. El jefe de Estado espera que su partido la recupere en noviembre para instaurar un régimen presidencialista fuerte.
El lunes la oposición acusó a Erdogan de avivar el conflicto kurdo para facilitar la concreción de sus ambiciones políticas.
El ataque se saldó con 13 muertos y un herido, según las autoridades locales. Anteriormente se había informado de 14 muertos.
Desde el domingo por la noche, cazas F-16 y F-4 de la aviación turca han bombardeado varias veces las bases de retaguardia del PKK en las montañas del norte de Irak.
"Las fuerzas de seguridad turcas atravesaron la frontera iraquí en el marco del derecho de persecución contra terroristas del PKK que llevaron a cabo los recientes ataques" declaró a la AFP una fuente gubernamental que requirió el anonimato.
La operación será de "corta duración", agregó.
Los bombardeos aéreos y la operación de las fuerzas especiales provocaron la muerte de "un centenar de terroristas" del PKK, según la agencia de prensa Dogan, que cita a fuentes militares.
En un discurso muy firme, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan prometió el martes "no abandonar el país a los terroristas".
"No hemos abandonado y no abandonaremos esta nación a tres o cinco terroristas", advirtió Erdogan en un mensaje televisado. "Si Dios quiere, Turquía, que ha superado varias crisis, conseguirá deshacerse de la peste terrorista" añadió.
Su primer ministro Ahmet Davutoglu exhibió la misma firmeza en una ceremonia en Van (este) en honor de los 16 soldados muertos en Daglica.
"Por la unidad de esta nación (...), cada uno de los responsables de estos baños de sangre rendirá cuentas", dijo ante los ataúdes de los "mártires".
Este fue el ataque más sangriento desde que se reanudaron los enfrentamientos entre el ejército y los rebeldes kurdos, a fines de julio.
Esta escalada ha hecho añicos las conversaciones de paz iniciadas en 2012 para poner fin a un conflicto entre el Estado turco y los rebeldes kurdos que dejó unos 40.000 muertos desde 1984.
A fines de julio, el gobierno turco ordenó una serie de bombardeos aéreos contra las bases de los rebeldes kurdos en el norte de Irak, en represalia por los ataques rebeldes contra sus fuerzas de seguridad.
Sin embargo, el PKK liberó el martes a 20 ciudadanos turcos, 12 de ellos agentes de aduana, secuestrados en agosto durante combates con las fuerzas de seguridad en el este del país.
- Tensiones -
Según un último balance de la prensa progubernamental, estos enfrentamientos desde fines de julio han causado la muerte de un centenar de soldados o policías y de un millar de rebeldes.
Los últimos ataques del PKK han provocado tensiones entre los turcos y la comunidad kurda del país en varias ciudades. Cerca del 20% de los 76 millones de turcos son de origen kurdo y viven esencialmente en el sudeste del país.
Los locales del principal partido prokurdo, (HDP, Partido de la Democracia de los Pueblos) han sufrido ataques en varias ciudades.
Diputados de la formación afirmaron que seis civiles habían muerto el lunes en Cizre (sureste), sometida desde hace cinco días a un estricto toque de queda.
El líder del HDP, Selahattin Demirtas, lanzó un vibrante llamado a la calma. "Kurdos, turcos, acérquense unos a otros. La paz es la mejor medicina", dijo ante la prensa.
"Semejantes actos sólo sirven a los intereses del PKK, hay que evitarlos" dijo en su cuenta Twitter Huseyin Celik, un responsable del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), en el poder desde 2002.
Esta escalada preocupa, cuando faltan menos de dos meses para las elecciones legislativas anticipadas convocadas por Erdogan para el 1 de noviembre.
En los pasados comicios del 7 de junio, el AKP perdió la mayoría absoluta que tenía en los últimos 12 años en el parlamento. El jefe de Estado espera que su partido la recupere en noviembre para instaurar un régimen presidencialista fuerte.
El lunes la oposición acusó a Erdogan de avivar el conflicto kurdo para facilitar la concreción de sus ambiciones políticas.