Diez agentes y 38 manifestantes resultaron heridos y 22 personas fueron detenidas durante la larga y multidudinaria protesta en las calles del centro de la capital en la que se vieron involucrados hasta el príncipe Carlos y su esposa Camila, que "resultaron ilesos" en un ataque contra su coche.
Tras cinco horas de debates, la Cámara de los Comunes aprobó a última hora de la tarde el polémico proyecto de ley que podría hasta triplicar el precio de las matrículas en las universidades de Inglaterra por un ajustado resultado de 323 votos a favor y 302 en contra, cuando la coalición dirigida por el conservador David Cameron dispone de una amplia mayoría de 84 escaños.
"Estoy muy enfadada, pero esto no es el final", dijo entre sollozos en el exterior del Parlamento la manifestante Anna Campbell, de 19 años, estudiante de francés y ruso en la Universidad de Sheffield (norte de Inglaterra), tras la votación.
"Esto sólo es el principio, vamos a seguir luchando", agregó.
La violenta manifestación fue la cuarta que protagonizaron miles de estudiantes desde que el gobierno anunció su plan de subir las matrículas en las universidades de Inglaterra de las 3.290 libras anuales por alumno actuales a 6.000 libras, e incluso a 9.000 (14.200 dólares, 10.700 euros) "en circunstancias excepcionales" a partir de 2012.
Durante horas, los jóvenes, muchos de ellos encapuchados, se enfrentaron a los policías que buscaban impedir por todos los medios que se acercaran al parlamento, y les lanzaron todo tipo de objetos.
"Estaba en la línea del frente, anduve hasta el cordón policial, con las manos en la espalda, para explicarles que su cerco era inmoral e inhumano", explicó a la AFP Julyan Phillips, un estudiante del Goldsmiths College de Londres de 23 años, que llevaba el rostro ensangrentado antes de ser evacuado.
"Había unos tipos que empujaban vallas metálicas al lado, pero un policía prefirió golpearme en la cabeza", agregó en Parliament Square, una plaza situada justo al lado del edificio.
A última hora, el Rolls Royce que transportaba al príncipe Carlos, heredero de la corona, y a su esposa Camila fue atacado cuando el matrimonio se dirigía al teatro, pero ambos "resultaron ilesos", según su portavoz.
Los agresores rompieron sin embargo una de las ventanillas traseras del vehículo y lo rociaron de pintura, según las imágenes de la televisión.
Otros manifestantes destrozaron mobiliario urbano, así como puertas y ventanas del ministerio de Finanzas indignados por el resultado de la votación que abrió fisuras en el gobierno de coalición de conservadores y liberaldemócratas.
A pesar de algunas concesiones de última hora, 21 de los 57 diputados liberaldemócratas desafiaron a su líder, el viceprimer ministro Nick Clegg, y se opusieron a la subida de precios, como prometió su partido durante la campaña electoral. Otros ocho se abstuvieron o no sufragaron.
Una de las estudiantes que se manifestaban en Parliament Square, Andrea Baptiste, de 18 años, tildó de "mentiroso" a Clegg por respaldar esta subida que, según ella, "crea graves divisiones sociales".