"Dejé de estar en la competición. Lo que domina ahora la parte lúdica. No sé el nombre de mi próximo disco. Lado A, Lado B, portada, todo eso desapareció para mí", dijo al diario "O Globo". "Hago canciones para mí mismo. No me interesa cómo se divulga mi música, la hago para divertirme", expresó Gil, que en junio cumplió 75 años.
Asimismo, Gil contó que ya tiene grabadas 15 canciones nuevas para su próximo disco, previsto para abril del año que viene.
Sobre la ópera "Negro Amor", basada en el poema indio del siglo XII "Gita Govinda" y que prepara con el director de orquesta Aldo Brizzi, señaló que será "el poeta que narra el amor entre Krishna y Radha". Según añadió, se trata de "un diálogo entre la India, África, Bahia y la canción italiana".  
En cuanto a su estado de salud, tras un 2016 convaleciente a causa de una insuficiencia renal subrayó que se encuentra bien. "La amenaza de la existencia física potencializó la existencia mental y espiritual", dijo el autor de "Aquele abraço".
"Entregué mis fuerzas al deseo de soñar, cantar y divertirme. Todo eso al lado de la percepción que fui teniendo de la mejora de mi condición física", agregó. "Hoy estoy como cualquier hombre viejo, más frágil, pero mi vigor espiritual me sustenta".
Por otro lado, reflexionando sobre la situación en Brasil, Gil cree que existen regresiones en temas como el racismo, la homofobia y el machismo. "Internet es un catalizador, que hace que se precipiten muchas cosas que antes estaban escondidas en el campo individual y que ahora salen a luz", declaró.
Junto con Caetano Veloso, Gil se dio a conocer en la década de los 60 como uno de los padres del "tropicalismo", la vanguardia que fusionó la música popular y la bossa nova brasileñas con los sonidos modernos del rock y el pop. Ha grabado más de 50 discos que superan los cuatro millones de ventas.
También fue ministro de Cultura de Brasil entre 2003 y 2008, durante el Gobierno del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010).