Al mismo tiempo que el movimiento de contestación entra en su tercer mes, el régimen autocrático continúa desafiando las presiones y las sanciones, rechazando toda "injerencia" del exterior en los asuntos internos y manteniendo la represión de la revuelta pese al alto costo en vidas humanas.
En el terreno, las fuerzas de seguridad y el ejército mantienen el cerco en diferentes ciudades foco de las protestas, como Homs (centro), Deraa (centro) y Banias (noroeste), donde las informaciones de la situación llegan a cuentagotas por las fuertes restricciones impuestas a la prensa extranjera.
Este martes, al día siguiente del anuncio de nuevas sanciones contra el régimen, la prensa gubernamental acusó a la Unión Europea (UE) y a Estados Unidos de "injerencia" y de querer marginar el papel de Damasco en la región, sobre todo frente a Israel.
"Con el pretexto de buscar la defensa de los derechos humanos y de instaurar una democracia a la norteamericana, se han tramado complots para servir los intereses de Estados Unidos a costa de otros", escribió Al Thawra.
Para el diario Baas, nombre también del partido único que dirige el país con mano de hierro desde hace medio siglo, "las sanciones ignoran las reformas anunciadas" y acusó a los europeos de querer "aplicar sus propios objetivos en la región".
El jefe de la diplomacia siria Walid Muallem declaró el lunes a la televisión estatal que los europeos "han cometido el error" de imponer unas sanciones contra el régimen que "afectan al pueblo sirio" y acusó a Europa de querer "desangrar" a Siria ante "los proyectos expansionistas de Israel".
La UE decidió este lunes sancionar personalmente a Bashar al Asad y otros 10 responsables del régimen (entre ellos el jefe del Estado Mayor Dawud Rajiha) por la represión de las protestas que, según la ONU y Organizaciones No Gubernamentales, ha causado más de 900 muertos.
El pasado 10 de mayo, la UE ya anunció sanciones para una primera lista de 13 figuras clave del régimen sirio, entre ellos un hermano y varios primos del presidente.
Estas sanciones se sumaron a las impuestas por Estados Unidos la pasada semana. El presidente Barack Obama exhortó a Al Asad a elegir entre "dirigir la transición o apartarse" del poder.
La organización de defensa de derechos humanos Amnistía Internacional estimó que existe el "peligro" de que estas sanciones "sean escasas" y lleguen "demasiado tarde" y reclamó al Consejo de Seguridad de la ONU actuar con "más determinación" contra el régimen sirio.
Las discusiones en el seno de la ONU continúan, pero también persiste la "amenaza de veto ruso", según el ministro de Relaciones Exteriores francés, Alain Juppé.