Heglig, campo de batalla petrolero, vuelve a manos de Jartum
AFP (Agencia France-Presse)
HEGLIG, Sudán. - El oleoducto "fue alcanzado por una carga de dinamita o alguna otra cosa", explica un experto petrolero mirando un tubo reventado del que brota el espeso y apreciado líquido negro en la zona petrolera fronteriza de Heglig, bajo control de Sudán después de violentos combates con Sudán del Sur.

"Estamos intentando frenar la fuga", explica Ibrahim Yussef Gamil, un responsable de la compañía Greater Nile Petroleum Operating Company (GNPOC).
Hace dos días, toda esta zona estaba en llamas, agrega.
El oleoducto, de un diámetro de 71 centímetros, conduce el petróleo a 1.500 kilómetros de distancia, hasta el terminal de Puerto Sudán.
La GNPOC es una compañía mixta que pertenece en un 40% a la estatal petrolera china CNCP, en un 30% a la malasia Petronas, en un 25% a la firma india ONGC, y en un 5% a la sudanesa SUDAPET.
En total, Heglig garantizaba a Jartum la mitad de su producción nacional, es decir entre 50.000 y 55.000 barriles por día hasta el 10 de abril, cuando pasó bajo control de las tropas de Sudán del Sur, según Gamil.
"La producción de crudo prácticamente se interrumpió", explica este responsable, incapaz de decir cuándo podrá reanudarse.
El sistema de seguridad de la central fue destruido, los camiones fueron incendiados y la plataforma saqueada, lamenta. En este momento, sólo 120 empleados siguen trabajando para intentar, antes de nada repararla. Hace tan sólo algunas semanas, 4.000 personas trabajaban en ella. El monto de las pérdidas aún no fue estimado.
Los ejércitos de Juba y de Jartum se enfrentan desde hace varios meses en zonas disputadas por ambos Estados. Pero los combates se recrudecieron cuando el ejército sursudanés se apoderó de Heglig el 10 de abril, obligando a las tropas sudanesas a replegarse y provocando la cólera de Jartum.
Para el gobierno sudanés, Heglig es parte de su territorio. El yacimiento que se encuentra en la zona garantizaba la mitad de la producción del crudo del norte de Sudán.
Es por tanto de una importancia capital para Jartum, que vio cómo en julio de 2011, en el momento de la partición de Sudán, tres cuartas partes de las reservas petroleras pasaban a menos de Sudán del Sur.
El ejército de Sudán del Sur atribuye a Jartum la responsabilidad del desastre ocurrido en Heglig y asegura que es el Estado del norte quien bombardeó a ciegas las instalaciones petroleras cuando las tropas de Juba ocupaban la zona.
Jartum anunció el viernes la reconquista de Heglig pero el ejército sursudanés afirmó por su parte que, bajo la presión internacional, se había retirado totalmente de la zona el domingo.
Según Gamil, la presencia militar se redujo desde entonces, pero los soldados aún están por todas partes y vehículos cargados de tropas cruzan velozmente las carreteras, desiertas, levantando una nube de polvo rojizo.
"Si quisiéramos dirigirnos hacia el sur ahora podríamos hacerlo pero no está previsto", dice Zaki Al Ahmad, miembro de las tropas sudanesas, en una base militar a 15 kilómetros de la zona fronteriza disputada.
"Sólo queremos defender lo que es nuestro. No atacarles", corrobora por su parte un soldado barbudo.