AFP (Agencia France-Presse)
BEIRUT. - Hezbolá acusó el miércoles a Israel de haber asesinado a uno de sus líderes cerca de la capital de Líbano, muy dividido sobre la guerra en la vecina Siria, donde el movimiento chiita libanés apoya al régimen.
Israel rechazó estas acusaciones, y aseguró que "no tiene nada que ver con esto".
"La Resistencia Islámica anuncia la muerte de uno de sus líderes, el mártir Hasan Hawlo al Lakis, asesinado cerca de su casa en la zona de Hadath", al este de Beirut, anunció el movimiento libanés en un comunicado.
La cadena de televisión del partido, Al Manar, afirmó citando informaciones preliminares que Lakis fue "abatido por varios tiros" tras haber aparcado en el edificio donde vivía, y que el tirador no actuó solo.
Según el comunicado, Lakis fue asesinado "cuando volvía de su trabajo" el martes hacia medianoche, poco tiempo después de que el jefe de Hezbolá, Hasan Nasrala, concediera una entrevista en televisión.
Hezbolá acusó inmediatamente a Israel, su enemigo jurado.
"La acusación directa se dirige naturalmente al enemigo israelí, que ha intentado eliminar a nuestro hermano mártir en varias ocasiones y varios sitios, fracasando hasta la tentativa de ayer por la noche", indicó el comunicado.
"Este enemigo debe asumir toda la responsabilidad y todas las consecuencias de este crimen", añadió el Partido de Dios.
El portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores israelí, Yigal Palmor, reaccionó diciendo que estas declaraciones eran "un reflejo pavloviano de Hezbolá, que lanza acusaciones automáticas antes incluso de haber podido darse cuenta de lo que ha ocurrido".
Justificación de la intervención en Siria
Muchos líderes de Hezbolá fueron asesinados desde la creación del partido, con el patrocinio de Irán, en los años 80, durante la invasión israelí de Líbano. El último se remonta a 2008, cuando Imad Mughniyeh, principal comandante militar del partido, murió en un atentado con coche bomba en Damasco.
El asesinato de Lakis llega en un momento en que Hezbolá lleva meses combatiendo al lado de las tropas del régimen sirio de Bashar al Asad, al que ha ayudado a sumar varias victorias contra los rebeldes, en un conflicto que se prolonga desde marzo de 2011 y que ha costado la vida a 126.000 personas.
La decisión de Hezbolá de intervenir en Siria apoyando a Al Asad ha avivado las tensiones en Líbano, muy dividido sobre esta guerra.
La formación chiita ya fue objetivo en julio y agosto de otros dos atentados mortales en su feudo en la periferia sur de Beirut, reivindicados por grupos que decían actuar en respuesta a su apoyo al ejército sirio; y varios ataques en la ciudad de Trípoli (norte), de mayoría sunita, mataron a 45 personas en agosto.
Durante la entrevista concedida el martes a la televisión, Nasrala defendió la participación de su movimiento en el conflicto en Siria, asegurando que combatía para proteger a Líbano de los rebeldes sirios, entre los que se encuentran yihadistas vinculados a Al Qaida.
"¿Si Siria cae en manos de estos grupos armados (rebeldes), cuál será el futuro de Líbano?", preguntó Nasrala.
También acusó a Arabia Saudita de estar detrás del doble atentado del pasado 19 de noviembre contra la embajada de Irán en Beirut, que dejó 25 muertos y fue reivindicado por un grupo vinculado a Al Qaida.
Arabia Saudita apoya a los rebeldes, de mayoría sunita, que exigen la marcha de Al Asad.