Hollywood aún no sabe cómo beneficiarse de la fiebre china de la construcción de cines
Hoy, Los Ángeles, Estados Unidos de América
SHENGZHOU, CHINA, DAVID PIERSON, LOS ANGELES TIMES. - No hace mucho tiempo cuando Zhang Guomiao quería ver una película, iba a la plaza del pueblo. Ahí, los operados de un cine itinerante desplegaban una pantalla de tela, montaban varias bocinas llenas de estática y proyectaban una película granulada al aire libre.
Ahora, él visita un multicinema de siete salas equipado con asientos de felpa, pantallas en 3-D, y palomitas de maíz importadas de EEUU. El cultivador de arroz fue con amigos para ver “Inception”, nominada al Oscar a la Mejor Película, y se maravilló con los efectos especiales del thriller, la palpitante banda sonora y los pisos limpios del cine.
“La película fue muy difícil de entender, pero la sala es muy cómoda”, dijo Zhang. “Como granjero, pienso que es muy lujosa”.
A lo largo y ancho de China, millones de personas como Zhang experimentan por primera vez las modernas salas de cine. Cines con tecnología de punta están reemplazando a las maltrechas salas no sólo en los núcleos acomodados de ciudades como Pekín y Shanghái, sino también en remotos rincones como Zhang en la provincia central de Zhejiang, que se ha transformado en una ciudad bulluciosa de unos 800 mil habitantes.
Durante los últimos cuatro años, el número de salas en China se ha duplicado a más de 6 mil 200, cifra que se proyecta volverá a duplicarse para 2015. El año pasado, los ingresos por taquilla llegaron a la cifra récord de mil 500 milones de dólares, según la Administración de Radio, Cine y Televisión del Estado.
Esas cifras aún están muy por atrás de los cines de Norteamérica, donde hay más de 40 mil salas y los ingresos por taquilla fueron de 10 mil millones de dólares en 2010. Pero China ya es considerada como el cuarto mercado mundial del cine, sólo detrás de Norteamérica, la Unión Europea y Japón. Y con una sala de cine por cada 220 mil chinos, los exhibidores tienen amplio margen para crecer.
“La industria del cine de China está yendo de dos latas unidas por un alambre al iPhone 4 de un salto”, dijo Rance Pow, presidente de Artisan Gateway, firma de consulturía de la industria del entretenimiento.
Las películas de Hollywood atraen las mayores entradas y capturan el 40% de las taquillas anuales. “Avatar” de Warner Bros. es la cinta más taquillera de China, superando los 200 millones de dólares en taquilla.
Pero aún falta por ver cuánto se beneficiará Hollywood de la ambiciosa expansión de los cines en China.
Durante años la Asociación de Cine de EEUU (MPAA) se ha quejado de los límites estrictos del Gobierno sobre el número de cintas extranjeras que pueden exhibirse en las salas chinas, lo cual a su vez alienta la piratería. Warner Bros., pionero de la construcción de multisalas en China, salió de este país en 2006 cuando Pekín prohibió que empresas extranjeras fueran las propietarias mayoritarías de los cines.
EEUU se apuntó una victoria cuando la Organización Mundial de Comercio (WTO) dictaminó que China debe terminar el monopolio estatal de la distribución de libros y películas de importación para el 19 de marzo. Pero ese dictamen omitió la cuota de películas extranjeras, la cual sigue intacta por ahora.
Pese a la salida rápida de Warner Bros. de China, varios exhibidores extranjeros ven una oportunidad ahí. Imax Corp. de Canadá planea triplicar su presencia en China a 300 salas para 2016. La surcoreana Lotte tiene planeado tener 70 salas en China para fines de este año.