DPA (Deutsche Press Agency-Agencia de Prensa Alemana)
Phnom Penh. - Con una participación inesperadamente alta de más de un 80 por ciento, hoy se celebraron elecciones parlamentarias en Camboya que, según todos los pronósticos, darán un nuevo mandato al primer ministro Hun Sen, de 65 años, quien viene gobernando el país asiático desde hace 33 años.
En las elecciones de 2013, el Partido de Salvación Nacional (CNRP, por sus siglas en inglés) estuvo a punto de derrotar al Partido Popular de Camboya (CPP), de Hun Sen.
El CNRP, el mayor partido de la oposición, fue prohibido en noviembre del año pasado por un tribunal a petición del Gobierno y su líder, Kem Sokha, está encarcelado por alta traición, acusación que este rechaza. Otros muchos opositores han huido al exilio.
El primer ministro Hun Sen ha asegurado que se mantendrá al menos otros diez años en el poder.
La oposición había llamado desde el exterior a boicotear los comicios. Por este motivo se esperaba con mucho interés conocer la cifra de participación.
La Comisión Electoral Nacional situó la afluencia a las urnas pocas horas después del cierre de los locales de votación en un 80,49 por ciento, más de diez puntos porcentuales más que en 2013, lo que alimentó nuevas dudas sobre la limpieza de las elecciones. Sam Rainsy, un ex presidente del CNRP autoexiliado en Francia, dijo que la cifra de participación en esta "farsa electoral" no refleja la realidad.
Rainsy aseguró en un comunicado que muchos ciudadanos fueron intimidados y amenazados antes de votar y que todos los monitores electorales creíbles "se negaron a observar un proceso electoral falsificado desde el principio". La Unión Europea y Estados Unidos se abstuvieron de enviar observadores electorales a Camboya.