Arnaldo Otegui, entonces portavoz de la formación Sozialista Abertzaleak en el Parlamento vasco, fue condenado en 2003 a un año de prisión por unas declaraciones a la prensa con motivo de una visita del rey Juan Carlos a la provincia de Vizcaya.
En aquel momento, Otegi dijo que el monarca, como jefe supremo de la Guardia Civil y de las Fuerzas Armadas, era el "jefe de los torturadores" de las personas detenidas en una operación policial contra el diario Egunkaria.
"Ampara la tortura e impone su régimen monárquico a nuestro pueblo a través de la tortura y la violencia", dijo también Otegi.
El político vasco fue absuelto de los cargos en marzo de 2005, pero el ministerio público apeló la sentencia y el Tribunal Supremo le condenó a un año de prisión. El 3 de julio de 2006, el Tribunal Constitucional rechazó el recurso de Otegi.
Para los jueces de Estrasburgo, las palabras pronunciadas en calidad de cargo elegido y de portavoz de un grupo parlamentario "recogen una cuestión de interés público en el País Vasco".
El Tribunal de Derechos Humanos admite que el lenguaje de Arnaldo Otegi pudo considerarse provocador, pero recordó que, en un debate público, esta permitido recurrir a una cierta dosis de exageración e, incluso, de provocación.
"El hecho de que el Rey sea irresponsable, sobre todo penalmente, no debería impedir el libre debate sobre su eventual responsabilidad institucional, incluso simbólica, dentro de los límites del respeto a su reputación como persona", concluye el tribunal, que reclama al Estado español pagar 20.000 euros al demandante por daño moral.
España dispone de tres meses para apelar la decisión. Otegi, de 52 años, se encuentra actualmente en detención preventiva, desde octubre de 2009, acusado de intentar reconstruir Batasuna, partido ilegalizado desde 2003 por sus vínculos con la banda armada ETA.