"Pienso que ninguna mujer tendría que perder la vida sólo porque tiene que ir afuera a defecar", declaró Bindeshwar Pathak, fundador de Sulabh, una organización de beneficencia que se encargó de la instalación de los baños.

"Nuestro objetivo es darle un baño a cada hogar del país en un futuro no muy lejano", dijo Pathak a la AFP en el pueblo de Katra Shahadatgunj.

Medios de comunicación de todo el mundo hablaron de este pueblo de Uttar Pradesh, en el norte de India, en mayo, tras la violación y el asesinato de dos adolescentes encontradas colgadas de un árbol.

El descubrimiento de los cuerpos de las dos primas, de la casta de los intocables, de 14 y 12 años, en esta localidad humilde del distrito de Budaun, provocó una oleada de indignación en el país.

El caso puso de nuevo en evidencia la dificultad de prevenir la violencia sexual en India pese al endurecimiento de la ley después de la violación colectiva y la muerte de una estudiante en Nueva Delhi a finales de 2012.

Según el relato que hizo el padre a la AFP, las dos primas fueron agredidas cuando iban a un campo para ir al baño, ya que no disponen de sanitarios en casa.

Unicef estima que unos 594 millones de personas, o sea alrededor del 50% de la población de India, hace sus necesidades a la intemperie, en particular en zonas rurales pobres.

Esto expone a 300 millones de mujeres o niñas a hacer sus necesidades afuera de la casa, con el consiguiente riesgo de contraer enfermedades o infecciones o de sufrir una agresión.

El primer ministro indio Narendra Modi ha prometido la instalación de sanitarios para las mujeres en las zonas rurales.

"Estamos en el siglo XXI y sigue sin haber dignidad para las mujeres que tienen que esperar que caiga la noche para salir a hacer sus necesidades", dijo Modi a mediados de agosto.

El jefe de gobierno anunció que en un plazo de cuatro años todos los hogares deberán contar con un baño, y que todos los colegios deberán tener sanitarios separados para los chicos y las chicas.

Dhanwati Devi, una madre de tres hijos de Katra Shahadatgunj, que ahora dispone de un baño, dijo que se sentía aliviada. "Tenía tanto miedo cuando salía al campo sola en la oscuridad porque me podía agredir un criminal depravado", declaró.

"Antes soñaba que algún día mi casa iba a tener baño. Ahora que tengo uno, me siento orgullosa y aliviada", dijo esta mujer de 48 años, delante de la caseta pintada de azul y rosado.

"Estos baños le dan un nuevo sentido a nuestra existencia", estimó por su parte Premwati Devi, de 45 años, madre de cinco hijos.

"Ahora ya no tenemos que esperar en la oscuridad para hacer nuestras necesidades. Podemos usar los baños cuando queremos", agregó.