Dos días después de la desaparición de dos soldados de la marina estadounidense en la provincia de Logar, al sur de Kabul, la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) de la Alianza Atlántica dijo que no tenía nuevas informaciones sobre su paradero.
Luego de negar durante 24 horas tener algo que ver en esas desapariciones, un portavoz talibán dijo que uno de los dos soldados murió en un enfrentamiento con los insurgentes, y que el otro fue capturado vivo.
"Uno murió en un tiroteo, y el segundo fue capturado vivo", dijo a la AFP Zabihulá Mujahid, portavoz de los talibanes, hablando por teléfono desde una ubicación desconocida.
"Nos llevamos el cadáver (del soldado muerto) y el soldado capturado, y fueron conducidos a un lugar seguro. Ahora reivindicamos la responsabilidad del hecho", añadió Mujahid.
"Publicaremos detalles más tarde, y su identidad. No hemos decidido su suerte, ni lo que queremos a cambio de su liberación", destacó.
Los soldados desaparecieron hacia las 20H00 (15H30 GMT) el viernes, en una zona de Logar controlada por los insurgentes talibanes.
Este domingo, las fuerzas internacionales seguían buscando a los dos soldados con helicópteros y vehículos en pueblos sospechosos de albergar a combatientes talibanes.
Antes del anuncio de los talibanes, un responsable militar de la OTAN en Kabul dijo a la AFP que los dos soldados "siguen desaparecidos, y aún no hemos tenido contacto con nadie, así que no podemos decir lo que les ha sucedido".
"No hay confirmación de que estén muertos o hayan sido capturados", añadió el responsable, que habló de "rumores" según los cuales uno de los militares había muerto.
Según el portavoz del Gobierno de Logar, Din Mohammad Darwaish, los militares habían abandonado el viernes por la noche su base del districto de Charj y fueron al "territorio enemigo", donde cayeron en una emboscada.
"Uno de ellos murió y el otro fue capturado" por los talibanes, según Darwaish.
La prensa estadounidense sugirió que los dos soldados podían haber abandonado su base sin permiso.
Los talibanes tienen secuestrado desde hace más de un año a un soldado estadounidense de 24 años, Bowe Bergdahl, el primero en ser capturado desde el inicio de la intervención internacional en Afganistán a finales de 2001.
La desaparición de los dos soldados tiene lugar en momentos en que el jefe del Estado mayor estadounidense, el almirante Michael Mullen, se encuentra en Afganistán.