Las protestas comenzaron el jueves en tres ciudades de la provincia de Jorasán Razavi, en el noreste del país, contra los altos precios, el desempleo y la política de Irán en Oriente Medio, y fueron secundadas por cientos de personas, según las agencias de noticias iraníes, o miles, según las redes sociales.
En la capital provincial Mashad se produjeron enfrentamientos entre manifestantes y la policía que acabaron con más de 50 detenidos.
Las redes sociales se hacían eco de nuevas convocatorias en la capital Teherán y otras ciudades del país, aunque de momento no hay informaciones al respecto.
El responsable de los servicios de seguridad del gobierno de Teherán, Mohsen Hamedani, alertó que las protestas no están autorizadas y que actuará en consecuencia si se llevan a cabo. Además, señaló que su convocatoria forma parte de una conspiración de grupos opositores desde el extranjero, le citó la agencia de noticias Tasnim.
El vicepresidente iraní, Ishaq Jahangiri, también se refirió a que las protestas fueron instigadas y que los problemas económicos son sólo el pretexto de una campaña contra la política reformista del presidente Hassan Rohani, le citó la agencia ISNA. Algunos manifestantes gritaron "abajo con Rohani", señaló.
Según testigos, los manifestantes criticaron también la política del presidente en Oriente Medio bajo el eslógan "No a Gaza, no a Siria, no a Líbano, nos sacrificamos por Irán", en relación a los países donde Irán interviene para defender sus intereses y pidiendo en cambio más atención al propio país. También se escucharon gritos de "En vez de soluciones para Siria, para nuestro propio país" o "Somos arios, no árabes".