AFP (Agencia France-Presse)
GINEBRA. - Las grandes potencias e Irán acordaron sostener una nueva ronda de conversaciones sobre el programa nuclear iraní en noviembre en Ginebra, tras años de estancamiento sobre ese controvertido expediente.
"Se decidió que la próxima reunión tendrá lugar en Ginebra el 7 y 8 de noviembre", indicó la responsable de política exterior de la Unión Europea, Catherine Ashton, al término de dos días de negociaciones en la ciudad suiza, que se desarrollaron en un clima de cauteloso optimismo.
Ashton subrayó a reporteros que la reunión concluyó con una declaración conjunta - que según ella no tiene precedentes - suscrita por el ministro iraní de Relaciones Exteriores, Mohamad Javad Zarif, y ella misma, en representación del grupo negociador.
Estas discusiones del grupo 5+1 (Estados Unidos, Gran Bretaña, Rusia, China, Francia y Alemania) y la delegación enviada por el recién electo presidente iraní Hasan Rohani, podrían anunciar una nueva era en las relaciones, dijo, optimista, el canciller de Teherán, que describió las conversaciones como "serias" y "fructíferas".
"Esperamos que este sea el comienzo de una nueva etapa en nuestras relaciones", subrayó Zarif tras la reunión en Ginebra, donde Irán presentó una propuesta cuyos detalles aún no han sido desvelados.
"Se pudieron realizar discusiones completas sobre la hoja de ruta" para resolver el expediente nuclear iraní, agregó Zarif, que resaltó que la reunión puso en evidencia la necesaria voluntad política de lograr "que el proceso siga adelante".
Para Estados Unidos, la presentación de Irán fue "útil" y mostró "un nivel de seriedad y sustancia que no habíamos visto antes", dijo el portavoz de la presidencia estadounidense, Jay Carney.
En cambio, Rusia advirtió que aunque los resultados son "mejores" que en la última ronda de negociaciones, "no garantizan avances futuros". "Se podría haber trabajado mejor", dijo el viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Riabkov.
Occidente e Israel sospechan que Irán esconde un objetivo militar tras su programa nuclear civil y les preocupa que Teherán enriquezca uranio a un nivel suficiente para fabricar una bomba atómica.
Muestra del cambio de atmósfera en las negociaciones tras la llegada al poder del nuevo presidente iraní, los viceministros de Washington y Teherán mantuvieron una reunión bilateral en Ginebra, al margen de las conversaciones.
Este tipo de reunión bilateral entre Estados Unidos e Irán, al margen de las negociaciones plenarias entre Teherán y los 5+1, es extremadamente inusual.
Visitas a instalaciones nucleares
Aunque las partes acordaron no revelar la nueva hoja de ruta, el jefe de los negociadores iraníes para temas nucleares, Abas Araghch, sorprendió el miércoles al indicar que la etapa final del plan presentado por Irán en Ginebra contempla la posibilidad de realizar visitas por sorpresa a instalaciones nucleares, como lo establece el Protocolo Adicional del Tratado de No Proliferación (TNP).
Araghchi rectificó así declaraciones precedentes, ya que el martes afirmó que el Protocolo Adicional no estaba incluido en la oferta, según informó la agencia iraní IRNA.
"Este tema no está previsto en la primera etapa de nuestro plan pero forma parte de la última fase", afirmó el miércoles Araghchi, citado por la misma agencia.
El jefe de los negociadores iraníes explicó que el plan presentado a las grandes potencias tiene dos fases. La primera, de seis meses, permitirá "restablecer la confianza mutua" y una fase final en la cual la República Islámica aplicará las medidas de verificación de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA).
El Protocolo Adicional permite a ese organismo de la ONU realizar inspecciones sin aviso previo de las instalaciones nucleares y obliga a un país a comunicar informaciones sobre todas las operaciones del ciclo de combustible nuclear.
La aplicación del Protocolo Adicional era una de las exigencias del jefe de la diplomacia de Estados Unidos, John Kerry, como muestra de la buena voluntad de Irán en las negociaciones.
Las resoluciones de la AIEA y del Consejo de Seguridad de la ONU exigen también que Irán aplique este protocolo.
Irán, signatario del TNP, aplicó de forma voluntaria el Protocolo Adicional entre 2003 y 2005, pero dejó de hacerlo cuando el programa nuclear iraní fue llevado al Consejo de Seguridad de la ONU.
Las negociaciones entre las grandes potencias e Irán estaban congeladas desde abril pasado, lo que dio lugar a un endurecimiento de las sanciones económicas internacionales contra Teherán.