Isla Rey Jorge concentra la mayor parte de bases de la Antártida

AFP (Agencia France-Presse)

SANTIAGO. - La isla Rey Jorge, en al archipiélago de las Shettlands del Sur, al este de la Península Antártica, alberga una decena de bases científicas de diferentes países, incluida la base brasileña Comandante Ferraz, destruida por un incendio en la madrugada del sábado.

Isla Rey Jorge concentra la mayor parte de bases de la Antártida
Las diez bases se concentran en una porción ínfima de la Antártida, un inmenso continente de 14 millones de kilómetros cuadrados, que en un 95% permanece permanentemente congelado.
Chile es el país con más bases en la isla Rey Jorge (dos propiamente dichas más una capitanía de puertos). Argentina, Brasil, Perú, Uruguay, Rusia, China, Corea del Sur y Polonia disponen de un establecimiento cada uno, mientras Estados Unidos posee una base en la Bahía del Almirantazgo.
Una de las dotaciones chilenas, la Eduardo Frei, la de mayores dimensiones entre las establecidas en la isla, sirve de núcleo logístico a los otros nueve países, al disponer de una pista de aterrizaje de tierra de 1.300 metros utilizada por casi todos los vuelos que llegan a este territorio.
Fue desde esa base -fundada en 1980- que partieron los helicópteros que brindaron asistencia al personal de la base brasileña en el combate al incendio que el sábado devastó esa instalación, con un saldo de dos militares muertos.
En el enclave chileno viven unas 130 personas, 70 de ellas militares encargados de resguardar la seguridad, proteger el medio ambiente y apoyar las actividades científicas.
Los familiares de los soldados residen en Villa Las Estrellas, el pueblo antártico chileno que cuenta con su propia escuela, un centro sanitario, oficna de correos, gimnasio, iglesia, supermercado y banco, y en el que están ubicados los cuatro centros científicos comandados por el Instituto Antártico Chileno.
Argentina cuenta en la isla Rey Jorge con la base Jubany, inaugurada en 1982, una de sus principales instalaciones científicas en la Antártida, que alberga también desde 1994 al laboratorio alemán Dallmannm.
En Jubany se realizan investigaciones sismográficas, sobre mamíferos y aves y funciona un centro hiperbárico para buceo, montado en colaboración con el instituto Alfred Wegener de Alemania y un laboratorio para monitoreo de gases de efecto invernadero, con cooperación italiana.
La Jubany tiene la particularidad de contar con el único cine en funcionamiento en la Antártida, la Sala del Bicentenario.
El personal, como el de los otros establecimientos argentinos en la Antártida, reside en la base Esperanza, el más grande de los enclaves del país rioplatense en el continente blanco.
El censo de octubre de 2010 reportó que en las bases permanentes argentinas Orcadas, Marambio, Jubany, Esperanza, San Martín y Belgrano II, viven un total de 230 personas, entre ellas 16 niños pertenencientes a 9 familias, algunas de ellas formadas en el continente antártico.
La base Marambio es la única argentina en la Antártida que cuenta con aeródromo con capacidad operativa durante todo el año.
Cerca de 30 países, todos miembros del Tratado Antártico de 1959, operan bases de investigación en Antártida.
Argentina, Chile y Gran Bretaña mantienen reclamos territoriales sobre la Antártida, pero con la firma del Tratado, que entró en vigor en 1961 y que compromete a sus signatarios a no llevar cabo en la zona ninguna actividad militar que no tenga fines de protección de las tareas científicas, esas disputas no corren riesgo de derivar en enfrentamientos armados.


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