AFP (Agencia France-Presse)
TRÍPOLI. - Islamistas libios aseguraron este sábado que han tomado el aeropuerto de Trípoli, una infraestructura estratégica, y acusaron al mismo tiempo a Emiratos Árabes Unidos y a Egipto de enviar aviones para bombardear sus filas.
De confirmarse de manera independiente la toma del aeropuerto por los yihadistas, sería un importante revés para las milicias nacionalistas de Zenten (oeste) que intentan plantar cara a los islamistas radicales, en un país donde el gobierno provisional carece de poder efectivo.
La toma del aeropuerto, situado a 30 km al sur de la capital, tuvo lugar tras seis semanas de combates, y fue anunciada por una emisora televisiva local, Anaabaa, afín a la causa islamista.
La operación militar fue bautizada "Fajr Libia (Amanecer de Libia)" y logró apoderarse de todo el aeropuerto a pesar de repetidos ataques aéreos, cuya autoría era hasta este viernes un misterio.
En un ataque el viernes, murieron 13 combatientes y 20 resultaron heridos, explicó el portavoz de Fajr Libia, Mohamed al Ghariani.
"Los Emiratos y Egipto están implicados en esta cobarde agresión" aseguró este portavoz a la prensa.
El portavoz acusó también al gobierno provisional y al parlamento libios de complicidad con esos ataques.
El pasado 25 de junio el parlamento pidió una intervención exterior para proteger a los civiles de la violencia reinante en el país.
"Nos reservamos el derecho de replicar en el momento adecuado" aseguró el portavoz.
- Interrogantes sin respuesta -
Los bombardeos en torno al aeropuerto y en Trípoli fueron nocturnos y suscitaron interrogantes.
El gobierno provisional tiene su sede en Tobruk, a 1.600 km al este de Trípoli, y carece de autoridad real sobre el país.
El general disidente Jalifa Haftar, hostil a los islamistas y favorable a los nacionalistas de Zenten, reivindicó la primera incursión aérea.
No obstante, especialistas consideraban que no cuenta con la capacidad militar necesaria para llevar a cabo ataques de este tipo.
Haftar tiene su base en Bengasi, a 1.000 km al este de Trípoli.
El gobierno libio afirmó, antes de las acusaciones islamistas, que estaba investigando lo ocurrido.
Los combates en torno al aeropuerto, cerrado desde el inicio de los enfrentamientos, el 13 de julio, fueron los más violentos de los últimos tres años en la capital libia.
Casi tres años después del derrocamiento de Muamar Gadafi, con la ayuda de países como Francia, Estados Unidos y Gran Bretaña, las autoridades libias de transición no han logrado controlar a las milicias armadas.