Islandeses rechazan en un 90% el acuerdo Icesave de reembolso
AFP, Agence France-Presse
Los islandeses rechazaron masivamente este sábado en un referéndum el impopular acuerdo financiero Icesave, votando, más del 90% por el "No", una victoria más fuerte que la prevista en los sondeos y que fue de inmediato reconocida por el gobierno.
Contabilizados el 50% de votos el "No" había recabado el 93,6% de los sufragios expresados, frente al exiguo 1,5% que recabó el "Sí", anunció la televisión pública RUV.
Disminuyendo el alcance de este resultado, la primer ministro islandesa Johanna Sigurdardottir declaró que el mismo "no era una sorpresa" y que "no conmocionaba al gobierno", declarando para RUV.
Sigurdardottir subrayó que su país se esforzaba ya desde hace semanas por hallar un nuevo acuerdo con Londres y La Haya para resolver la controversia relacionada con la quiebra de Icesave, un banco en Internet.
"Después del referéndum nuestro trabajo será empezar el fin de las negociaciones", dijo la jefe del gobierno de coalición de izquierda.
"El resultado puede ser interpretado como un grito de desafío o como una conclusión escrita por adelantado", declaró a la prensa por su lado el ministro de Relaciones Exteriores, Ossur Skarphedinsson.
El acuerdo en torno al cual giró la consulta organiza el pago, hasta en 2024, de 3.900 millones de euros (5.300 millones de dólares) que Gran Bretaña y Holanda adelantaron para indemnizar a sus 340.000 contribuyentes afectados por la quiebra del banco islandés Icesave, en octubre de 2008.
Unos 230.000 electores estaban convocados para este primer referéndum desde la independencia del país en 1944.
De momento no se conoce la tasa de participación, aunque una hora antes del cierre de los colegios electorales a las 22H00 GMT, ésta era de 54,45%, según la televisión pública.
Los detractores decían que es injusto imponer una factura tan elevada -casi 100 euros mensuales por habitante durante ocho años- a un país arruinado por el hundimiento de sus tres principales bancos.
"Yo voto No, estoy en desacuerdo total con la idea de que la nación tenga que cargar con ese peso", dijo Ingimar Gudmunsson, un camionero de 57 años.
"Este acuerdo es inaceptable para una nación soberana", se indignó Magnus Arni Skulason, miembro fundador de Indefence, un colectivo que reunió casi 60.000 firmas contra el texto y obligó al presidente a convocar un referéndum, después de que el Parlamento aprobara la ley.
"Es un acuerdo obtenido bajo presión, con amenazas de Gran Bretaña y Holanda, que aprovecharon su influencia en el Fondo Monetario Internacional (FMI) y en la Unión Europea (UE) contra Islandia", denuncia.
Según los analistas, la victoria del "No" puede retrasar los giros restantes de los préstamos del FMI y los países nórdicos, debilitar a un gobierno ya criticado por consagrar demasiado tiempo al caso Icesave e incluso obstaculizar la candidatura de Islandia a la UE.
El FMI no se ha pronunciado hasta el momento sobre los resultados del referéndum realizado en Islandia.
Para evitar el referéndum, Reykjavik se esforzó desde enero en encontrar un nuevo acuerdo con Londres y La Haya. Las negociaciones continuaron hasta el jueves y por ello la consulta estuvo en suspenso casi hasta el último momento.