Israel amplía ofensiva en sur de Gaza pero tiende una mano a la diplomacia

Adel Zaanoun

Israel intensificó en el sur de la franja de Gaza su ofensiva militar, que ya ha causado más de 700 muertos en doce días, al tiempo que anunció el envío de emisarios a Egipto para discutir una propuesta de tregua.

Israel amplía ofensiva en sur de Gaza pero tiende una mano a la diplomacia
En una reunión presidida por el primer ministro saliente, Ehud Olmert, el gabinete de seguridad israelí "aprobó la continuación de las operaciones terrestres, incluida una tercera fase que ampliará la ofensiva penetrando más en las zonas pobladas", declaró un responsable que pidió el anonimato.
Horas después, decenas de tanques israelíes, apoyados por helicópteros, entraron en el sur de la franja de Gaza por el punto de paso de Kisufim, hacia la 01H00 locales del jueves (23H00 GMT del miércoles) y se dirigían a la ciudad de Jan Yunes, según testigos.
Jan Yunes es la ciudad más grande del sur de la franja de Gaza y un bastión del movimiento islamista palestino Hamas.
Mientras tanto, la aviación israelí atacó en la ciudad de Rafah, en el sur de la franja de Gaza, una casa y un posible túnel, cerca de la frontera egipcia, informaron testigos. El ejército confirmó que se estaban produciendo ataques en Rafah.
El miércoles por la noche, el ejército israelí lanzó octavillas sobre Rafah en las que pedía a los habitantes de las zonas fronterizas con Egipto abandonar el lugar a causa de unos bombardeos inminentes contra túneles empleados para el contrabando.
Israel abre corredor humanitario (Duración: 0:01:09)
El ejército ha contado entre 250 y 300 túneles. Los contrabandistas palestinos de Rafah evalúan su número en más de 500.
En el frente diplomático, Israel anunció el envío de emisarios a El Cairo el jueves para discutir una propuesta de alto el fuego anunciada el martes por el presidente egipcio, Hosni Mubarak, en coordinación con su homólogo francés, Nicolas Sarzkozy.
Amos Gilad, asesor político del ministro de Defensa, Ehud Barak, y Shalom Turjman, asesor de Olmert, examinarán el plan egipcio, que ha obtenido un amplio apoyo internacional.
La Casa Blanca se dijo abierta al mismo aunque pidió más detalles. Y el presidente electo, Barack Obama, aseguró que se involucrará con la situación en Gaza "inmediatamente", tras su investidura, el 20 de enero.
El plan egipcio prevé "un alto el fuego inmediato durante un período limitado" para permitir la apertura de corredores humanitarios, además de garantizar la seguridad de las fronteras de la franja de Gaza antes de una eventual reapertura.
El miércoles por la noche, un comunicado de Olmert subrayó la esperanza de Israel de que esa reunión con los egipcios conduzca "a un acuerdo sobre el contrabando de armas que cree las condiciones para poner fin a la operación militar en Gaza".
El movimiento islamista palestino Hamas declaró sus "reservas", al juzgar que el plan no debe ser considerado como un "o lo tomas o lo dejas".
En el Consejo de Seguridad de la ONU, los jefes de las diplomacias árabes y occidentales encontraban dificultades el miércoles para alcanzar un consenso sobre el plan egipcio para un alto el fuego.
Tras la iniciativa egipcia, Israel interrumpió sus bombardeos sobre la ciudad de Gaza el miércoles durante tres horas "por motivos humanitarios". Hamas cesó sus disparos de cohetes también durante ese tiempo.
Los habitantes de la ciudad, paralizados durante 12 días por los ataques, aprovecharon la pausa para buscar alimentos. El ejército israelí señaló la entrada en Gaza el miércoles de 78 camiones de ayuda humanitaria.
Las agencias humanitarias han denunciado una crisis "total" en el territorio, donde ya vivían en míseras condiciones 1,5 millones de personas antes de la ofensiva israelí debido al bloqueo impuesto por el Estado hebreo desde que Hamas se hizo con su control, en junio de 2007.
El miércoles murieron al menos 23 palestinos, entre ellos nueve niños, según los servicios de emergencia palestinos.
Según el nuevo balance de los servicios de emergencia, la ofensiva israelí se ha cobrado desde su inicio, el 27 de diciembre, 704 muertos palestinos -220 de ellos niños- y unos 3.100 heridos.
Por otro lado, la ONU desmintió el miércoles la presencia de combatientes palestinos en una escuela administrada por una de sus agencias en la franja de Gaza, donde más de 40 personas murieron el martes en un ataque israelí.
La organización de defensa de los derechos humanos Human Rights Watch pidió la creación de una comisión de investigación de la ONU.
Israel se atrajo además las críticas virulentas del relator de la ONU para los derechos humanos en los territorios palestinos, Richard Falk, que lo acusó de cometer "un crimen contra la humanidad" en Gaza.
El cardenal Renato Martino, responsable del dicasterio vaticano de la Justicia y la Paz (equivalente de un ministerio) denunció en una entrevista que Gaza "se parece cada vez más a un campo de concentración".
El ministerio israelí de Relaciones Exteriores acusó al cardenal de emplear términos "sacados de la propaganda de Hamas".
Desde Caracas, el presidente Hugo Chávez se refirió a la expulsión del embajador israelí en Venezuela -que provocó el miércoles el anuncio de la expulsión del encargado de negocios venezolano en Israel- afirmando que fue un "gesto de dignidad" y calificando a las autoridades israelíes de "cobardes asesinos".
Además, palestinos residentes en Nicaragua derribaron el miércoles la estatua de un símbolo judío en Managua.
Israel afirma que su ofensiva en Gaza tiene como objetivo obligar a Hamas a poner fin a los disparos de cohetes contra su territorio. El miércoles, otros 22 proyectiles cayeron contra el sur de Israel, donde han muerto cuatro civiles por esos disparos desde el 27 de diciembre.


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